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Los asuntos que se tratan en la Primera División de fondo de Gobierno de Puerto Rico son múltiples y variados, y quedan resumidos en los índices con que finaliza la obra. Como ejemplo, diremos que en sus papeles pueden estudiarse los negocios propios del gobierno y administración de la isla, tanto generales como locales, así como la actuación política de sus gobernadores-capitanes generales, cuestiones de orden público (interesantes porque ya en estos años son cada vez más fuertes los movimientos de independencia de los habitantes de la isla), asuntos de Beneficencia y Sanidad, Ayuntamientos, Administración de Correos y Telégrafos, elecciones, cuestiones diplomáticas, etc. En total son 157 legajos los que se dan a conocer, y el orden que conservan en el Inventario corresponde con bastante exactitud al de su procedencia del Ministerio de Ultramar. Los cambios que se han introducido en la numeración de sus expedientes han sido hechos con la intención de agrupar un poco las mismas materias, demasiado desperdigadas a veces, pero en todo caso el investigador que hubiera consultado anteriormente estos papeles los localizará fácilmente con la ayuda de los índices: onomásticos, geográficos y sistemático de materias. Aunque este fondo documental ha sido bastante consultado, sobre todo por estudiosos puertorriqueños que en ellos han basado sus trabajos (sirven de muestro los de los profesores don Lidio Cruz Monclova: Historia de Puerto Rico, 4 vols., y doña Loida Figueroa: Breve historia de Puerto Rico, tomo II, por no citar más que dos de las obras más generales), aún ofrecen sus papeles muchos aspectos inéditos y son un rico venero para estudiar todas las circunstancias que concurrieron a lo largo del siglo hasta llegar al momento de la pérdida para España de la bella isla. Insistiendo en lo ya dicho anteriormente, y para ayuda del investigador que desee tener una visión completa de depósitos documentales oficiales en donde pueda estudiar la historia tanto interna como externa de Puerto Rico en el siglo XIX, vamos a hacer una breve enumeración de aquellos organismos que la conservan. En primer lugar el Archivo General de Indias, y procedentes de las Capitanías Generales de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, y del Ministerio de Ultramar y del Tribunal de Cuentas de Madrid, contiene documentación sobre Puerto Rico en el siglo XIX en sus secciones: VIII, Correos, años 1800-1845; X, Ultramar, años 1800-1854, y XV, Tribunal de Cuentas, años 1863-1877. El Consejo de Estado, supremo órgano consultivo de la nación, en su sección de Ultramar contiene expedientes de los años 1845 a 1903, aunque muchas veces sólo conservan éstos el dictamen evacuado por el Consejo en el asunto consultado, pues entonces, como ahora, se devolvía a cada Ministerio la documentación enviada para su informe. El Archivo de las Cortes Españolas, además del Diario de sesiones de Cortes, en que se debaten tantos asuntos de interés para Puerto Rico, tiene la Sección de Expedientes, en donde se custodian los asuntos sometidos a las Cortes para su estudio y sanción. De la Presidencia del Gobierno interesan los libros de actas con referencias a Puerto Rico a partir de 1825 y algunas leyes y decretos. En el Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, sucesor del de Estado, en sus series de Política interior y Política exterior, los asuntos puertorriqueños se extienden desde 1842 a 1931. El Ministerio de Justicia conserva los expedientes de concesión de títulos nobiliarios, de los que siete se refieren a personajes de Puerto Rico. El Archivo de la antigua Dirección General de la Deuda y Clases Pasivas, hoy Dirección General del Tesoro y Presupuestos, dependiente del Ministerio de Hacienda, custodia los expedientes personales de los funcionarios que desempeñaron cargos públicos en la isla. Los Archivos Militares (General de Segovia, Servicio Histórico Militar, Servicio Geográfico del Ejército y Vicariato Castrense) y los de Marina guardan los asuntos de su jurisdicción, que estu vieron siempre fuera de la competencia del Ministerio de Ultramar. Finalmente, hemos de citar como complemento de la Sección de Ultramar del Archivo Histórico Nacional el Archivo General de Puerto Rico, que en alguna de sus series conserva documentación de la época española de la isla, y los Archivos Nacionales de Washington, en donde quedaron parte de las 289 cajas de papeles que los norteamericanos se llevaron de Puerto Rico en 1899, al ocupar el país. La consulta de todos estos archivos, tan abundantes en realidad, nos proporcionará una visión española bastante completa de los asuntos des Puerto Rico en la pasada centuria, pero no hay duda de que la confrontación de otras fuentes y su examen crítico nos dará otras perspectivas nuevas para el mejor conocimiento de tan complicado siglo XIX. Me refiero a los archivos oficiales de los países que en esta época tuvieron relación con la isla, a la correspondencia diplomática y a los informes consulares de las representaciones acreditadas en Puerto Rico, y que se conservan en los archivos venezolanos, norteamericanos, ingleses, franceses, holandeses, daneses, etc. Estos despachos, en donde se da cuenta de los movimientos emancipadores y de los problemas económicos y sociales del país, completan el punto de vista español y ayudan a formar una visión equilibrada del nacimiento de la personalidad puertorriqueña