Personas encargadas de abastecer a un pueblo o ciudad de un determinado género o mercancía, generalmente de primera necesidad.

Durante al Antiguo Régimen, los asentistas del abastecimiento recibían dicho privilegio "u obligación", tras haber efectuado la mejor postura o puja en la subasta de dicha obligación por parte del gobierno local correspondiente. La subasta fijaba públicamente las condiciones de la obligación (precios, cantidades u otras circunstancias), siempre en el contexto de la política proteccionista hacia el consumidor propia del contexto histórico. Una vez que se entregaban los géneros en las plazas, estos eran vendidos al por menor por los dependientes de los obligados, considerando ilegal cualquier tipo de reventa.