La década de los años 20 de siglo pasado es la época dorada del sector olivarero y aceitero. Concretamente, a mediados y final de los años veinte, durante la Dictadura de Primo de Rivera, se produce la mayor regulación estatal del sector. Esta legislación busca poner orden en este ámbito económico, especificando las condiciones que deben reunir las empresas dedicadas a la fabricación (productores) como a la exportación (exportadores) de aceite de oliva. Surgen 3 organismos: La ANOE, Asociación Nacional de Olivareros de España que agrupa a los productores, la FEAOE, Federación de Exportadores de Aceite de Oliva de España, y la Comisión Mixta del Aceite, punto de encuentro de las dos asociaciones anteriores.

La comercialización del producto no sólo se dedicaba a la exportación y el refino del aceite de oliva, también se sumaban otros aspectos del negocio aceitero como la fabricación y refino de aceite de orujo y la fabricación de diferentes tipos de jabón.

En este contexto surge la Federación Nacional de Fabricantes de Jabón.

La documentación de la Federación Nacional de Fabricantes de Jabón se cusstodia en el Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares, Madrid).