Arquitecto municipal de Salamanca. Nacido en Castronuño (Valladolid) en 1781. Accedió al cargo de arquitecto municipal a la muerte de Sagarbínaga, que ocupó primero de forma interina desde 1807 y luego en propiedad a partir de 1809. Francisco de Paula de la Vega, compañero que aspiraba al mismo puesto, denunció que no poseía el título de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, imprescindible para el ejercicio del cargo. En realidad, fue habilitado como arquitecto por la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid, institución reconocida con los mismos privilegios por la Academia madrileña y el Consejo de Castilla, así que la denuncia no prosperó. Para su examen de ingreso en esa institución, que tuvo lugar el 9 de diciembre de 1806, presentó un proyecto de nueva cárcel y Chancillería para Valladolid, realizado en tinta y aguada negra sobre papel. En un reconocimiento profesional fechado en 23 de enero de 1821 figura como arquitecto académico de mérito y titular de la ciudad, el Cabildo de la Catedral y el Hospital General.

Desde los inicios de su ejercicio estuvo en conflicto con el Ayuntamiento de Salamanca, por estar disconforme con su salario y solicitar aumentos. En 1814 pidió una paga extra por reconocer los conventos religiosos de la ciudad después de la Guerra de la Independencia, petición que no fue aceptada. En 1823, coincidiendo con el final del Trienio Liberal, se le redujo el sueldo primero y se le expulsó después, según Enrique García Catalán, debido a la reducción significativa de su actividad ya que "la ciudad había perdido una cantidad importante de casas y edificios que no tenía que mantener". Mantuvo un litigio con el Ayuntamiento desde entonces hasta su muerte en 1828 para reclamar las cantidades que le adeudaba, periodo en el que la ciudad no cubrió la vacante y permaneció sin maestro mayor.

Falleció en Salamanca en 1828.