Maestro pintor residente en Valladolid.

Trabajó para el tribunal de la Real Chancillería de dicha ciudad, ejecutando varias cartas topográficas al óleo sobre lienzo. Estos mapas eran utilizados como prueba o como pieza de autos durante los procesos judiciales civiles, generalmente motivados por conflictos relativos a la propiedad, posesión y disfrute de bienes rústicos, así como también al deslinde o demarcación de términos jurisdiccionales.Tenían como objetivo la representación cartográfica pormenorizada de cada uno de los extremos del litigio, de manera que pudieran coadyuvar a la decisión judicial final, o bien ser un testimonio gráfico de ésta. Las obras de Navarro se encuentran por tanto, en un punto intermedio entre lo que podríamos considerar un levantamiento cartográfico y la vista o el paisaje pintado, poseyendo valores estéticos añadidos y un estilo definido reconocible.

Al parecer, al menos en 1799 Antonio Navarro formaba parte del colegio de la Real Chancillería, de manera que su empleo era regular. Cuando en el curso de un proceso la autoridad judicial determinaba la ejecución de la vista ocular, mapa o pintura, se invitaba a cada una de las partes a proponer pintor, y en caso de desavenencia o de que cualquiera de ellas renunciara a su derecho, era el tribunal el que designaba tercero en discordia. En todo caso, el pintor mapista asistía a la vista o reconocimiento del terreno durante todos los días establecidos para el desarrollo de la prueba, acompañando al resto de los peritos, momento en que elaboraba un boceto que actuaba de base para la posterior ejecución del lienzo en el taller. Navarro fue comisionado en varias ocasiones para la realización de estas pinturas, desplazándose para su ejecución a cada una de las zonas de litigio.

Hasta el momento, se conservan de este autor en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid nueve óleos y una acuarela sobre papel, datados entre los años 1769-1800, que representan distintos lugares de las provincias de Burgos, Álava, Cantabria, Palencia, León, Valladolid y Segovia.

Se titula también dorador en un pleito en el que fue él mismo parte litigante dirimido entre 1789-1790.