El Consejo interprovincial de Asturias y León fue creado en el decreto, de 23 de diciembre de 1936, de la Presidencia del Consejo de Ministro. En éste se configuraba la nueva institución que regulaba la vida de la provincia en sustitución de la Diputación provincial, asumiendo todas sus competencias, a la par que disolvía las comisiones gestoras o comités provinciales del Frente Popular que desde el fracaso del golpe de estado había asumido dicho papel. En su artículo 11 de este decreto se crearon el Consejo de Aragón, los consejos interprovinciales de Santander, Burgos y Palencia, y de Asturias y León.

El Consejo interprovincial de Asturias y León fue presidido por el Delegado del Gobierno Belarmino Tomás Álvarez, que asumió la consejería de Guerra. Por su parte, la consejería de Hacienda fue ocupada por el socialista Rafael Hernández Alvárez.

El 24 de agosto de 1937 tras la caída de Santander y el Consejo interprovincial se declaró soberano, dado lugar al Consejo Soberano de Asturias y León.