La competencia administrativa es el conjunto de atribuciones, facultades o poderes, que el ordenamiento jurídico atribuye a un determinado órgano administrativo.

La cuestión de competencia administrativa, se da cuando dos o más entidades pertenecientes a una misma jurisdicción, reclaman para sí el desempeño de una función determinada.

La resolución de cuestiones de competencia administrativa, referida a los conflictos entre las diferentes entidades de una misma Jurisdicción, eran solventadas por órganos superiores, entre ellos el Consejo de Castilla, que dirimía los problemas surgidos entre los diferentes organismos sobre el litigio ocurrido entre ellas en el desempeño de sus funciones.

Desde 1387 con la Ordenanzas de Briviesca, esta función comienza a ser ejercida por el Consejo de Castilla con la capacidad de dirimir los problemas ocurridos entre sus oficiales públicos. En 1554 comienza a funcionar el Consejo de Castilla en salas, siendo asignada a la Sala de Gobierno, entre sus funciones, la de dar solución a las cuestiones de competencia administrativa, tal y como quedará plasmada en la Real Cédula de 1608. En 1715 y tras el asentamiento de la dinastía de los Borbones en el trono de España, la función queda reforzada en el Consejo de Castilla, hasta que por Real Decreto de 24 de marzo de 1834 se disuelve el Consejo de Castilla y queda esta función adscrita al Tribunal Supremo de España e indias.