Química y profesora española. Hija de José de Madariaga Castro, militar, y de Ascensión Rojo Regi, natural de La Habana. Tuvo nueve hermanos, entre ellos Ascensión de Madariaga Rojo, impulsora del Lyceum Club Femenino y el historiador Salvador de Madariaga. Estudió en el Colegio Alemán de Madrid y en el Instituto Cardenal Cisneros. Obtuvo la licenciatura de Química en 1929 estudiando en Sección de Química de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Madrid. Fue una de las primeras químicas españolas dentro de lo que se conoce como Edad de Plata (primer tercio del siglo XX), aunque la Guerra civil y el exilio acabaron truncando su carrera científica, si bien se reinventó como profesora primero y doctora después en Literatura Española.

Con una beca de la Junta para la Ampliación de Estudios (JAE) pudo estudiar en el Vassar College de Estados Unidos y en Stanford. Ostentó el cargo de cónsul del comité pro Unión Federal de Estudiantes Hispanos en ultramar. Durante su estancia americana realizó medidas de fuerza electromotrices por medio de electrodos de calomelanos, de quin-hidrona e hidrógeno. Determinó problemas especiales en relación con dichas fuerzas electromotrices y cálculo de PH. Al mismo tiempo que este curso, siguió uno de Espectroscopia, y en el que además de los temas orales, trabajó en el laboratorio en el reconocimiento y medida de las líneas de los espectros de mercurio, níquel y titanio. En el segundo semestre intensificó en el laboratorio el estudio del titanio.

De vuelta en España, aplicó los conocimientos obtenidos en el Instituto de Física y Química (INFQ), donde fue contratada como colaboradora. De 158 personas contratadas en el INFQ, 36 fueron mujeres.

Fue catedrática de Física y Química en el Instituto de Puertollano (1933-1934). En 1937, en plena guerra civil, cuando estaba encargada de un orfanato en Alicante, recibió una oferta para dar clases en el Vassar College, pero la rechazó por considerar que en ese momento era más útil en España. En España, en 1941, fue depurada y no superó el proceso por lo que se vio forzada a exiliarse. Finalmente se exilió en Nueva York y dio un giro a su carrera profesional: cambió la ciencia por las letras y se doctoró en literatura en Middlebury College con la tesis: "Las novelas de Azorín: Estudio de sus temas y técnica". Volvió a trabajar en el Vassar College dando clases de español. Regresó a España tras su jubilación en 1968. Falleció en Madrid en 1995.