Dora Maar, artista plástica, pintora, fotógrafa y escultora francesa​ nacida en París en 1907 y fallecida en la misma ciudad en 1997. Su padre era arquitecto y su madre violinista. Desde muy joven formó parte de los círculos artísticos más vanguardistas del París de los años 20 y 30 de siglo XX, integrándose en el movimiento surrealista. Se formó en la Academia de André Lothe, donde conoció al fotógrafo Henri Cartier-Bresson.

Desde principios de la década de 1930 se dedicó tanto a la fotografía comercial como a su obra artística personal. En su trabajo como fotógrafa se distinguen cuatro líneas: la fotografía de calle, donde se observa la influencia de Atget; la fotografía surrealista, la fotografía de moda y la publicitaria. En esta época creó su propio estudio fotográfico junto a Kéfer y expuso su obra en numerosos lugares.

Su compromiso político antifascista y próximo al comunismo, que compartía con otros miembros del grupo surrealista, influyó en su trabajo fotográfico callejero.

La figura y el talento de Dora Maar fueron eclipsados durante largo tiempo por la relación que mantuvo con Pablo Ruiz Picasso. Las fotografías que realizó mientras éste trabajaba en la elaboración del Guernica son una de sus obras más conocidas y resultan claves para entender esta pintura.

Pese a su relativa reclusión tras romper con Picasso siguió experimentando con la fotografía, aunque poco a poco fue decantándose por la pintura. Se fue distanciando progresivamente del arte y de los círculos artísticos, hasta que en la década de 1960 se retiró totalmente de la vida pública.

Convertida al final de su vida en una ferviente católica, tras su muerte en 1997, legó todos sus bienes a su padre y a un monje, entre los que se encontraban 130 obras de Picasso y la mayoría de sus fotografías.