Colegio jesuita fundado en Mérida (Nueva España).

El origen del Colegio se encuentra en la solicitud que el obispo de Mérida, Diego Vázquez de Mercado, realizó al rey Felipe III en varias ocasiones desde 1605, para que autorizaran la fundación de un Colegio en la ciudad. Ese mismo año, habían sido enviados los padres Pedro Díaz y Pedro Calderón a Mérida para socorrer al mencionado prelado en las tareas apostólicas de la ciudad.

Pese a la insistencia del obispo y del propio Ayuntamiento de Mérida, el padre General Aquaviva rehusaba aceptar la fundación de un Colegio, alegando escasez de personal. Hubo que esperar a su sucesor para que apoyase la creación de dicha institución. La fundación del Colegio debió de ser entre 1614 y 1616, debido a que aparece en el catálogo de ese año.

Una vez creado, fue necesaria la dotación que en 1620 otorgó el capitán Martín de Palomar para el funcionamiento regular del Colegio. En el Catálogo de los bienes de la provincia de México realizado el 16 de diciembre de 1653 aparecía el Colegio de Mérida compuesto por "cinco sacerdotes, uno de ellos enseña moral, otro Filosofía y otro Gramática. Los coadjutores son dos, de los cuales uno enseña a los niños a leer y escribir".

El Colegio continuó funcionando de forma regular hasta la expulsión de los jesuitas en 1767.