Persona
Castro, Enrique de (1943-)Otras formas
Madrid (España) 1943 - existente actualmente
Enrique de Castro es un sacerdote nacido en Madrid en 1943, hijo de un oficial de la Aviación del ejército franquista. Por su labor de ayuda a los más desfavorecidos y su actitud y opiniones contrarias a los poderes establecidos, desde el franquismo a la Iglesia católica, también es conocido como "el cura rojo".
Estudió en el Colegio del Pilar de Madrid junto a miembros de la futura élite económica y política de España. Se licenció en Teología por la Universidad de Comillas y en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Desde su ordenamiento como sacerdote estuvo destinado en el barrio madrileño de Vallecas.
Su posición contraria a la jerarquía de la Iglesia católica y el Vaticano y su forma de entender la religiosidad y la práctica del sacerdocio, muy ligadas a una idea de "iglesia de base", le han generado numerosos problemas. Ya en la universidad entró en contacto con el marxismo-cristianismo y con las protestas estudiantiles ligadas a la lucha obrera. Su pensamiento y acción también se vieron influidos por su destino en el barrio de Vallecas, donde fue testigo de la pobreza, marginación y un amplio abanico de injusticias en las que vivían inmersos sus vecinos. Es desde este momento que entra de lleno a participar con los movimientos sociales y obreros, en un contexto de "curas rojos" y sindicalismo clandestino.
Durante los ochenta se volcó en ayudar a los miles de jóvenes que durante esa década se vieron atrapados por las drogas y los problemas con la justicia. En esta época es cuando se traslada a la parroquia de San Carlos Borromeo y crea la Asamblea de Madres contra la Droga, que sirvió de apoyo a los jóvenes y familias afectadas por la oleada de drogadicción y para denunciar los puntos de venta, la corrupción, connivencia y abusos policiales y el abandono por parte de las instituciones.
En la actualidad, aunque está jubilado, está volcado en ayudar a inmigrantes y refugiados, así como a gente sin vivienda, conviritiendo la parroquia vallecana en un hervidero de movimientos sociales tan variados como insumisos, okupas, plataformas de vivienda, etc.