Minero, sindicalista y político socialista. Trabajó desde muy pequeño (11 años de edad) en la mina de Barruelo de Santullán (Palencia), donde se había desplazado junto a su familia. A finales de siglo volvió a Asturias, trabajando en Mieres a la vez que estudiaba con el objetivo de ingresar en la Escuela de Capataces de Minas.

En 1903 comenzó a militar en Agrupación Socialista de Mieres. Emigró a Francia, trabajando en las minas del Pas de Calais en 1908 a la vez que realizaba un análisis de las organizaciones proletarias francesas y belgas. De esta forma concluyó la necesidad de crear una estructura sindical fuerte en Asturias y tras su vuelta a España en 1910 trabajó para la creación del Sindicato de Obreros Mineros Asturianos (SOMA), que se terminará formando en noviembre de dicho año. Dicho sindicato fue un elemento de gran fuerza para la UGT y el socialismo español.

Presidió a su vez la Federación Nacional Minera desde 1917 hasta su muerte y la Mancomunidad de Ayuntamientos Hulleros Asturianos. Integró la Comisión Nacional del Congreso de la UGT de 1916 y participó activamente en la huelga general de agosto de 1917. Con el término de esta fue ingresado en prisión hasta 1918. En dicho año fue elegido alcalde de Mieres, tras ser concejal desde 1911 y pasó a integrar el Comité Nacional de UGT como representante del sindicato en Asturias.

En 1919 el SOMA logró la jornada de siete horas para los mineros, tras un periodo de dura huelga. Sin embargo su oposición a las tesis planteadas en la Tercera Internacional le hizo enfrentarse a Isidoro Acevedo, director de la Federación Socialista Asturiana y finalmente dimitió como alcalde en marzo de 1921.

A esto se unió la crisis provocada por la Pirmera Guerra Mundial, lo que provocó su abandono temporal del SOMA, peligrando así los derechos conseguidos en los años anteriores.

Durante un breve periodo, en 1923 fue elegido diputado a Cortes por Oviedo, hasta la dictadura de Primo de Rivera.

Durante el periodo dictatorial Llaneza mantuvo una actitud colaboracionista con el régimen, buscando el proteccionismo con el que salvar la región hullera y más tarde la nacionalización minera. Sin embargo la implantación de las ocho horas laborales en la mina provocó un distanciamiento con el régimen.

Fue además vocal del Instituto de Reformas Sociales, participó como asesor de la Conferencia Internacional del Trabajo de Ginebra en 1929 y como representante de los mineros españoles en el Congreso Internacional de dicho año. Fue también director de "El Minero de la Hulla".