Persona
Seguí, Salvador (1886-1923)Otras formas
Lleida (España) 1887-09-23 - Barcelona (España) 1923-03-10
Obrero español, militante de CNT. Nació en el seno de una familia de trabajadores asalariados que desde 1888 o 1889 se afincaron en Barcelona. Hijo de un panadero, oficio que continuó su hijo a partir de los diez años. Al poco tiempo ejercía como pintor de brocha gorda y en los talleres en los que trabajaba descubrió por primera vez las ideas anarquistas gracias a los diversos escritos que encontraba. Con doce años ya formaba parte de la sociedad de pintores y a los catorce o quince participaba ya en los mítines sindicales. El biógrafo de Seguí, Manuel Cruells considera que estudió de manera autodidacta en diversos centros: el gabinete de lectura de su sociedad de oficio, en la Biblioteca Arús, en la Universidad y en el Ateneu Enciclopèdic Popular. A su vez participaba en las tertulias del Café Español y en los eventos del Centro de Estudios Sociales, que eran asociaciones culturales obreras denominadas así por los anarquistas.De esta forma va adquiriendo una formación cargada de un conjunto ideológico muy híbrido lo que permite entender mejor sus posturas más posiblistas y menos ortodoxas frente a otros sectores libertarios. Fue famoso en poco tiempo con su mote "El Noi del sucre", cuyo origen no se sabe a ciencia cierta, aunque lo usaba para firmar sus artículos. Participó desde muy pronto allá donde se producía una escalada de tensión social, en un contexto donde el anarcosindicalismo se reorganizaba tras sucesos como los de Jerez de la Frontera (1892) de la década anterior. En 1907, en un momento de rivalidad entre lerrouxistas y anarquistas por monopolizar el movimiento obrero barcelonés, los primeros acusan a Seguí de colaboración con Joan Rull, al cual se le inculpaba por aprovechar su labor como confidente del gobernador civil para ganar dinero colocando bombas y evitando a posterori que estas estallaran. Acudió a un mítin del Partido Radical para demostrar sus buenas intenciones, aunque su intervención propició una pelea que terminó con un lerrouxista muerto. Seguí fue acusado de este asesinato a pesar de que no llevaba ningún arma y fue ingresado en prisión, donde permaneció nueve meses hasta que fue juzgado y absuelto. Esta situación provocó por un lado que se incrementara el odio hacia "El noi del sucre", pero por otro también una renuncia de muchos militantes del Partido Radical, en beneficio de Solidaridad Obrera, que a partir de 1910 formaría la Confederación Nacional del Trabajo. Participó en la Semana Trágica de Barcelona de 1909, viéndose obligado a esconderse para evitar ser encarcelado. A partir del nacimiento de CNT, Salvador Seguí entró en disputa con su primer secretario general José Negre. La anarcosindical pasará a la clandestinidad en sus primeros años de vida (1910-1914). Desde enero de 1915 Seguí presidió la Federación de la construcción en Barcelona, además de coordinar la huelga que dio resultados positivos en agosto de este mismo año y de trabajar como Secretario del Ateneu Sindicalista barcelonés. Tras el desarrollo de un Congreso Internacional de la Paz en Mayo de 1915 (Ferrol), la CNT logró reorganizarse (quince mil afiliados), en un contexto de auge para la UGT, coompuesta por cien mil afiliados. En julio de 1916 se produce un pacto de unidad entre UGT y CNT, defendido por entre otros Ángel Pestaña o Salvador Seguí. Con este pacto se produce la preparación de la huelga contra la carestia de la vida, que tras su desarrollo de manera pacífica el 18 de diciembre de 1916, no tuvo éxito alguno. Salvador Seguí mostrará su apoyo a la huelga general de agosto de 1917, y defenderá de nuevo la unidad con UGT, pero tanto los contactos, como su fracaso provocó el desencanto de un sector del anarquismo, que discrepaba de que la mejor vía fuese la alianza con republicanos y socialistas. A partir de entonces muchos anarquistas ven la necesidad de reforzar la CNT y con el Congreso de 1918 se adoptó el sindicato único de ramo. Participó activamente en la llamada "Huelga de la Canadiense", adquiriendo un papel decisivo, No obstante Seguí se oponía a cualquier prolongación de dicha huelga que provocara una insurrección, muy influenciado por las experiencia fallida de los espartaquistas alemanes o por cómo se estaba desarrollando la revolución rusa. Esto llevó a una disputa entre anarquistas y sindicalistas como Seguí, criticando los primeros no apostar por vías revolucionarias. Salvador defendía la conciliación mixta, sin embargo desde la patronal se oponían también a cualquier pacto y apostaron por el despido colectivo y el terrorismo. Hubo un intento de asesinato hacia su persona en septiembre de 1920, aunque no se sabe si fue provocado por anarquistas o patronal. De esta forma en 1920 se produjeron doscientas noventa y dos víctimas por atentados sociales, mientras que en años como 1916 y 1917 se reducía a trenta y seis y treinta dos respectivamente. En septiembre de 1920 firmó un nuevo acuerdo con la UGT, aunque breve y nuevamente con críticas por parte de un sector anarquista. En noviembre de dicho año fue detenido por el gobernador civil Martinez Anido, junto a decenas de sindicalistas al volver de un viaje propagandístico por Andalucía y Levante con el que pretendía apoyar una huelga de mineros de Río Tinto. Durante su estancia en prisión secundó la candidatura socialista, sindicalista y de izquierda republicana catalanista pensada por Layret. Sin embargo el asesinato de este último y la deportación de Salvador a la isla de Mahón (junto a otros dirigentes y su amigo Lluis Companys) pusieron fin a este proyecto. En este contexto, la CNT sufría una severa represión y al tiempo se aplicaba la llamada Ley de Fugas, que dejaba trescientas once víctimas en 1921, sesenta y uno en 1922 y ciento diecisiete en 1923 en la provincia. Finalizado su exilio se trasladó a Madrid con el objetivo de mostrar su soporte a un gobierno liberal con el que se estabilizara la situación sindical, lo que provocó nuevamente las críticas de muchos anarquistas. En junio de 1922 la CNT decidió retirarse de la Internacional Comunista y adherirse a la AIT, decisión apoyada por el propio Salvador. Finalmente el 10 de Marzo de 1923 Salvador Seguí y su compañero Pedro Romas son asesinados posiblemente como respuesta a recientes asesinatos de los Sindicatos Libres. En la actualidad existe la plaza "El Noi del Sucre", en el barrio del Raval de Barcelona, a escasos metros de donde fue tiroteado Salvador.