Persona - Mariscal Hernando, Gregorio Martín (1886-1951)

Mariscal Hernando, Gregorio Martín (1886-1951)

Identificación

Tipo:

Persona

Forma autorizada:

Mariscal Hernando, Gregorio Martín (1886-1951)

Fechas de existencia:

Bijuesca (Zaragoza, España)  1886-03-12 - Madrid (España)  1951-07-31

Historia:

Primogénito de la familia acomodada y conservadora formada por Clemente Mariscal y su esposa Encarnación Hernando, Gregorio Martín Mariscal Hernando nació el 12 de marzo de 1886 en la localidad aragonesa de Bijuesca (Zaragoza), pueblo limítrofe con la provincia de Soria, relativamente cercano a El Frasno, en cuyo partido médico ejercía su padre como médico rural. Tres años después, en 1889, la familia se acercó a Zaragoza al trasladarse a Morata de Jalón, donde residiría durante veintiún años.

Según el investigador zamorano Manuel González Hernández, que ha reconstruido su biografía, sus padres intentaron que los hijos cursaran los estudios de Medicina. Sin embargo, Gregorio Martín optó por presentarse a las oposiciones al Cuerpo de Funcionarios de Correos, profesión que ejercerá en Calatayud, Ricla y Ateca, localidades de la comarca de Calatayud. Su biógrafo concluye que durante estos años intervino en la política local, ingresando en el Partido Radical Republicano de Alejandro Lerroux, militando en su ala más dura y llegando a alcanzar la presidencia del mismo en Ateca.

Tras la caída del gobierno Azaña en el otoño de 1933, los radicales de Lerroux pasaron a liderar el gobierno republicano, a pesar de su progresivo debilitamiento por numerosos casos de corrupción. En este contexto, el 5 de octubre de 1934, al día siguiente de producirse el relevo del abogado agrarista zamorano José María Cid Ruiz-Zorrilla al frente del Ministerio de Comunicaciones por su antiguo Subsecretario, el riojano César Jalón Aragón, "Clarito", sobrenombre por el que el nuevo ministro ya entonces era conocido por su trabajo como cronista y crítico taurino de El Liberal, Martín Mariscal felicitó a su antiguo compañero en el cuerpo de Correos y le recordó su promesa de conseguirle un traslado. A través del testimonio de Manuel González sabemos que unos meses después "Clarito" cumplió su promesa y Martín Mariscal tomó posesión de su nuevo destino como empleado del negociado de Correos en Zamora, puesto que desempeñó desde el 4 de enero de 1935 hasta el 16 de noviembre de 1936, fecha en que fue trasladado a Toledo.

Poco después de su llegada a Zamora, el antiguo presidente del Partido Republicano Radical en Ateca apareció ya vistiendo el uniforme de sargento de las milicias de Falange en diferentes actos públicos organizados en los barrios de la ciudad. Poco después planea el asesinato frustrado del gobernador Civil del Frente Popular, Luis Lavín Gautier, e incluso volar la Casa del Pueblo de Zamora, manteniendo contacto con falangistas y militares golpistas de Valladolid. Será a partir del verano del 36 cuando todos los investigadores coinciden en afirmar que Martín Mariscal protagonizó, con algunos otros significados falangistas zamoranos, como el abogado Segundo Viloria Gómez-Vilaboa, hijo del arquitecto del mismo nombre, una etapa especialmente cruenta, siendo el responsable material de buena parte de los actos de violencia, torturas, violaciones y asesinatos cometidos en la provincia. Entre estos últimos se cuenta la saca de su jefe de negociado en el servicio de Correos y Telégrafos de Zamora, Vicente Alonso Iglesias.

La maestra Pilar Fidalgo Carasa, esposa del también funcionario de Correos de Benavente José Almoina Mateos -masón y fundador en 1931 de la agrupación local del PSOE, candidato socialista en las elecciones a Cortes en 1933 y compromisario en la elección de Presidente de la República en mayo de 1936-, detenida nueve días después de dar a luz a su hija Helena y trasladada desde Benavente a la cárcel de Zamora, que pudo salvar su vida, la de sus hijos y la de su madre, la también maestra Hilaria Carasa, al ser canjeados por miembros de la familia Semprún residentes en Valladolid, no dudó en calificar como psicópatas tanto a Martín Mariscal como a Segundo Viloria en su escalofriante testimonio prestado en el Consulado de Bayona al llegar a Francia en 1937, cuya portada fue ilustrada por Picasso al publicarse como Une jeune mère dans les prisons de Franco en París en 1939 por Editions des Archives Espagnoles y posteriormente en Inglaterra. Idéntico juicio le escuchamos en su casa de Pobladura del Valle a finales de los años setenta sobre ambos y sobre otros conocidos falangistas zamoranos a la candidata comunista en las elecciones de 1933 Leonor Martínez Robles, compañera de prisión de Pilar Fidalgo y de Amparo Barayón Miguel, la mujer del escritor Ramón J. Sénder, asesinada en la noche del 11 de octubre de 1936 en las tapias del cementerio de San Atilano de Zamora, tras ser entregada en la Prisión Provincial a Martín Mariscal y al grupo de falangistas que le acompañaban.

Este suceso es, sin duda, el más conocido tras la publicación en 1989 de la edición norteamericana de Muerte en Zamora, libro escrito por su hijo Ramón Sénder Barayón y editado en español en 1990 por la Editorial Plaza y Janés, quien consideraba como autores de la muerte de su madre al abogado Viloria y a su tío Miguel Sevilla. Al abogado Viloria Pilar Fidalgo no dudó en imputarle, entre otros actos de barbarie, la brutal violación y palizas dadas a la viuda Eugenia Sebastián Iglesias, en cuya ejecución extrajudicial habría tomado parte también José Avedillo Brioso. Sin embargo, uno de los sucesos más sangrientos de Martín Mariscal Hernando lo protagonizó en la madrugada del 20 de septiembre de 1936 en El Piñero, el pueblo de Manuel González Hernández, donde asesinó a nueve vecinos de la localidad y torturo a un décimo hasta la muerte. Precisamente, ha sido Manuel González quien ha señalado que el asesino material de Amparo Barayón fue Martín Mariscal, imputación que también sostiene el historiador y político local Miguel Ángel Mateos.

Según Manuel González, en noviembre de 1936 las autoridades franquistas de Zamora habrían conseguido forzar el traslado de Mariscal ante los excesos y atrocidades cometidos, siendo destinado como funcionario de Correos a Toledo, ciudad en la que permaneció hasta que, una vez ya finalizada la guerra, el 23 de julio de 1939 se incorporó a la Oficina de Correos de Chamberí, fijando su residencia en Madrid, en las inmediaciones de la Glorieta de Quevedo. Abandonado por su mujer, en 1945 obtuvo la baja por enfermedad en el Cuerpo de Correos.

Tal y como ocurrió con otros personajes similares, caso de alguno de los falangistas de Cantalapiedra o del conocido como "El Conejo" de Guijuelo, víctimas de la locura y de enfermedades maniacodepresivas, sobre el final del abogado Viloria y del correo Mariscal se urdieron en Zamora también determinadas invenciones acerca de sus respectivos desenlaces. Concretamente, en el caso de Gregorio Martín Mariscal Hernando, el historiador Miguel Ángel Mateos mantuvo la teoría que habría muerto después de que el legionario José Palacios, hijo de Ramón Palacios, vecino de Morales del Vino y una de las víctimas del conocido como «sargento veneno», coincidiera con él en Toledo.

Sin embargo, el trabajo de Manuel González ha demostrado que el siniestro correo aragonés falleció en su casa de la calle Eloy Gonzalo de Madrid el 31 de julio de 1951, a los 65 años de edad, víctima de un cáncer de estómago, asistido en los últimos momentos de su vida por su mujer, pese a que estaban separados desde hacía algunos años.

Lugares

Lugar de Nacimiento:

Bijuesca (Zaragoza, España) en 1886-03-12

Lugar de Defunción:

Madrid (España) en 1951-07-31

Relaciones

Anciones Hernández, Felipe (1889-1936)  ( Es victimario de )

Relaciones asociativas :

Barayón, Amparo (1904-1936)  ( Es victimario de )

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