Escritor, político, periodista y publicista, exiliado español. Su padre fue el sindicalista Santiago Blanco. Tuvo como gran influencia la figura de Indalecio Prieto y desde una temprana edad ocupó diversos puestos dentro de la dirección de las Juventudes Socialistas. A su vez participó como colaborador en la revista overense Avance, además de en La República y Adelante, siendo el fundador de esta última. Espió a militantes falangistas, difundiendo algunas de sus actividades secretas y siendo por ello ingresado en prisión en octubre de 1934. A lo largo de la guerra civil ejerció como comisario de la zona oriental de Asturias, así como de secretario de Belarmino Tomás, por lo que cuando este último no se encontraba disponible, Blanco le sustituía en las funciones de gobernador. El 12 de octubre de 1937 cruzó la frontera hasta Francia junto a Belarmino Tomás, Rafael Bonatti, presidente de la Audiencia Territorial, y diversos jueces, magistrados y funcionarios de justicia de Avilés, ya que la toma de Asturias por parte de los franquistas se materializaría en breve tiempo. Al poco regresó nuevamente a España, para incorporarse a la zona republicana. Finalizada la guerra se exilió en Francia, siendo internado en un campo de concentración, del que logró huir para posteriormente combatir en la Resistencia francesa contra los nazis. Una vez lograda la liberación de París trabajó en la agencia Febos de dicha ciudad y como colaborador semanal de L'Espagne Républicaine de Toulouse, además de formar parte del comité de redacción de Heraldo de España. En 1947 se trasladó a Venezuela junto a su esposa, donde establecerían su residencia de manera definitiva. En este país continuó su labor periodística, primero como columnista de Zeta y posteriormente como jefe de redacción de El Heraldo. A continuación trabajó como publicista profesional, fundando la agencia PAS, con la que crearon diversas campañas electorales de presidentes venezolanos. También continuó en el periodismo formando parte de la redacción de El País. En 1955 fue galardonado con el premio anual de televisión y en 1963 y 1965 como publicista del año. Además logró la Orden Francisco de Miranda en segunda clase por su labor para el progreso de Venezuela. Fue propuesto como gobernador dentro del ámbito publicitario en los distritos de Venezuela, Aruba, Curazao y Surinam. También formó parte del equipo directivo de la Casa de España en Venezuela. Escribió el libro El inmenso placer de matar a un gendarme. Memorias de guerra y exilio, donde narró sus experiencias en la guerra civil y el exilio. Una vez publicado este trabajo en 1977, realizó un viaje a España y posteriormente publicó en Venezuela Y a usted ¿cómo le va?