Escritora exiliada española. De familia republicana, pasó su infancia en la localidad de Tremp. Estudió comercio, además de iniciar la licenciatura de Derecho y Medicina.

Con el fin de la Guerra Civil ingresó en una prisión en Barcelona durante un mes y posteriormente retornó a Tremp. Fue denunciada por acompañar a su tío al cruzar la frontera hasta Francia, por lo que se trasladó a África. Al llegar a Argelia se desplazó hasta el Marruecos español y desde ahí a Madrid, donde empezó a trabajar como empleada en un banco.

Fue asidua del Café Gijón, ambiente que la llevó a escribir Agujas muertas, que fue finalista del primer Premio Nadal en 1944, y diversos cuentos que vieron la luz en las revistas Destino y La Estafeta Literaria.

En 1949 fue denunciada junto a su marido José María Souto Candeira, investigador del cáncer y famoso antifranquista, lo que les llevó a exiliarse a Venezuela gracias a la ayuda de Rómulo Gallegos, que les dota de la documentación necesaria. En dicho país trabajó como técnico de laboratorio en la Universidad de Los Andes en Mérida y posteriormente en la Universidad Central en Caracas.

Tras el derrocamiento del presidente Marcos Pérez Jiménez en 1958, José María y ella se asentaron en EEUU, donde trabajaron en la Comisión de Energía Atómica, siendo narrada esta experiencia en la novela Retorno, que logró el Premio Internacional Don Quijote en México en 1966. Estudió en la Universidad de Tennessee, donde posteriormente se doctoró con una tesis sobre Juan Ramón Jiménez e impartió clases de español.

Desde 1977 se asentó en Puerto Rico, donde vio la luz su segunda tesis doctoral Encuentro de creadores en novela y filme: "Nazarín" de Galdós y "Nazarín" de Buñuel, que también presentó en la Universidad de Tennessee en 1985.

En 1993 viajó a España por primera vez desde que empezó su destierro y tras su jubilación en 1990 estableció su residencia en Florida.