Periodista y político, exiliado español.

Comenzó a estudiar Medicina, aunque no llegó a terminar la licenciatura para dedicarse a la literatura y el periodismo y de esta manera se convirtió en una figura habitual en el periodismo en Madrid. Su primer trabajo literario fue Umbrales.

Desde 1919 se aproximó al grupo que incluía a Ramón de la Serna como figura más representativa y fue asiduo de las tertulias de Pombo. Participó en la vanguardia ultraísta y en esta etapa escribió su primera obra en prosa, Divagaciones, desdén.

En 1923 publicó un nuevo libro de poemas, Signario, híbrido entre las vanguardias y el modernismo. Tras esto se centró en la narrativa y abandonaría en los años posteriores su actividad poética. Integró el grupo "Nova novorum", colección de prosa de la Revista de Occidente. En esta publicación se incluyeron sus novelas Pájaro Pinto y Luna de copas.

A su vez ejerció como traductor en obras como El estupendo cornudo. Progresivamente se irá aproximando a posturas izquierdistas y de esta manera formó parte de la dirección en 1928 de Nueva España, además de integrar la presidencia de la Unión de Escritores Revolucionarios de Hispanoamérica en junio de 1931. También se reflejó dicho cambio en el cuento La Paciencia, que formaba parte del libro colectivo Las 7 virtudes. Paralelamente escribió diversos ensayos como Lo cómico contemporáneo o El nuevo diantre o las biografías de Luis Candelas y Julián Romea.

Escribió también críticas de arte en La Gaceta Literaria, además de colaborar en otras publicaciones como Grecia, Índice, Horizonte, Verso y Prosa, Litoral...

En 1933 ingresó en prisión tras la publicación de un artículo contra Hitler en el periódico de Bilbao El liberal. Militó en Izquierda Republicana y fue gobernador civil de Ávila y a inicios de 1936 de Baleares, donde se encontraba con el estallido de la guerra civil. Fue encarcelado y condenado a muerte por los golpistas y de esta manera todo el periodo bélico lo pasó en prisión.

Con el fin del conflicto bélico logró la conmutación de la pena y su posterior liberación. Desde ese momento subsistió elaborando traducciones y biografías de divulgación de Ganivet, Cervantes o Quevedo. Al no tener pasaporte, en 1946 huyó a Francia y a los dos años se asentó en México, donde residió hasta 1955. En dicho año volvió a España y se afincó en Madrid.

Volvería a su labor periodística como colaborador en Abc, con el seudónimo de Simón de Atocha, o en Revista de Occidente posteriormente. En este periodo volvió a publicar El alma Garibay y El genio cómico y otros ensayos. No obstante la mayor parte de los ingresos con los que logró subsistir los recibió de su trabajo como biógrafo y escritor de ensayos divulgativos para la editorial Aguilar, además de como traductor de clásicos como Virgilio, Cellini, Casanova, Erasmo de Rotterdam, Descartes.

Tras su muerte salieron a la luz Las tertulias de Madrid y La elocuencia y en el año 2000 se publicaron sus poesías completas y una recopilación de su obra narrativa más destacable.