Natural de Santo Domingo. Clérigo minorista, que colgó los hábitos para dedicarse al comercio.

Personaje singular y escandaloso, fue uno de los principales responsables del contrabando y la manipulación de los precios de los bienes de primera necesidad, en la isla Española en el s. XVII. En connivencia con la Audiencia, tejió una densa red de influencias que lo hizo aparentemente intocable en la colonia. Enclaustró y luego exclaustró ilegalmente, a su antigua amante Isabel de Ledesma en el convento de Santa Clara. También fue apoderado del duque de Veragua, descendiente de la familia Colón, en sus intereses dominicanos.

Procesado y encontrado culpable por el visitador Sancho de Ubilla en 1659, fue deportado a España donde logró el perdón del rey Felipe IV en 1661. Volvió a Santo Domingo, cumpliendo por cuatro meses destierro de la capital como todo castigo. De vuelta a la capital de la isla, recuperó su riqueza e influencia dedicándose de nuevo al contrabando, junto a Jorge de la Mar Berberana y el pirata holandés Van Hoorn. Falleció en 1683, antes de que le abriese un nuevo proceso.