Noviciado jesuita creado en Madrid en 1602.

Fue creado gracias a la fundación realizada por Ana Félix de Guzmán, marquesa de Camarasa y dama de compañía de la reina Isabel de Valois, aconsejada por su consejero y confesor, el jesuita Robledillo. Era hija de Pedro de Guzmán Zúñiga, I conde de Olivares, y de Francisca de Rivero Niño.

La marquesa puso a disposición de los jesuitas unos terrenos de reciente adquisición, que ocupaban la práctica totalidad de la manzana comprendida entre las actuales calles de San Bernardo, Noviciado, Amaniel y Reyes.

Se creó con el objetivo de preparar a los novicios para la profesión mediante formación, ejercicios espirituales, ayuda a pobres y enfermos, catequesis y predicación.

El 30 de noviembre de 1602 se celebró la misa que inauguraba de forma oficial el noviciado de San Ignacio de Madrid y, en 1603, comenzó a recibir los primeros novicios siendo su primer rector el padre Luis de Guzmán (1544-1605).

El noviciado gozó desde el principio de gran popularidad que fue creciendo con el paso del tiempo. Junto con el Colegio Imperial y la Casa Profesa, constituían la principal red jesuita en Madrid.

Tras la promulgación de la Pragmática Sanción de Carlos III en 1767 el noviciado fue abandonado y sus bienes confiscados. La Casa del Noviciado fue cedida por el monarca a la Venerable Congregación de Sacerdotes Misioneros del Salvador del Mundo. Con el cambio de titularidad, la iglesia tomó el nombre de Oratorio de los Padres del Salvador del Mundo.

Tras la expulsión de 1767 el edificio fue ocupado por los miembros de la orden del Salvador quienes lo utilizaron hasta que, en el año 1819, el rey Fernando VII lo devolvió a los jesuitas. Sin embargo, los vaivenes políticos del primer tercio del siglo XIX, especialmente la desamortización de Mendizábal, supusieron la pérdida definitiva del edificio para la Compañía de Jesús. Tras un uso temporal como cuartel de infantería en 1842, comenzaron a instalarse en el edificio algunas facultades de la Universidad de Madrid, y finalmente, también su Paraninfo. Tras importantes remodelaciones arquitectónicas que cambiaron la fisionomía original jesuita, en la actualidad encontramos allí radicadas, además de varias dependencias de la Universidad Complutense de Madrid, el Consejo Escolar del Estado (desde 1968), el Consejo Nacional de Educación (1968) y la Real Academia de Doctores (1969).