Presbítero, teólogo, político, académico de la Real Academia Española.

Hijo de Gil López Cepero y de Juana de Ardila. Estudió en el colegio jesuita de Santa Ana de los Mártires en Jerez de la Frontera el bachiller en Teología desde 1801. Se licenció en Teología y Cánones por la Universidad de Sevilla.

En su casa sevillana se produjeron tertulias con personalidades destacadas de la literatura como Juan Nicasio Gallego, Félix Reinoso, Alberto Lista o José María Blanco White, entre otros.

A raíz de la Guerra de la Independencia contra los franceses formó parte de la Junta Suprema y fue nombrado vicario general castrense a las órdenes del general Castaños. Fue director en 1812 del destacado periódico liberal A Sevilla Libre.

En 1813 y 1814 fue electo diputado en las Cortes de Cádiz. Con la vuelta de Fernando VII y la Restauración del absolutismo sufrió persecución y se ordenó su encierro durante seis años, primero en Madrid y luego en la cartuja de Sevilla. Con la llegada del Trienio Liberal fue liberado y es elegido diputado por Cádiz y por Sevilla, siendo secretario de las Cortes. En 1821 fue elegido académico supernumerario de la Real Academia Española. La llegada de los Cien Mil Hijos de San Luis y el regreso del absolutismo le llevó de nuevo a prisión, tras lo que se apartó para centrarse en la literatura.

Tras la muerte del rey Fernando VII recuperó protagonismo público. En 1835 fue nombrado canónigo de la catedral de Sevilla y posteriormente fue nombrado ministro del Real Tribunal del Excusado, vocal de la Junta de Armamento y Defensa de Sevilla y recibió la encomienda de la Orden de Isabel la Católica. También organizó el Museo Provincial de Bellas Artes de Sevilla, recogiendo gran parte de las bibliotecas y obras de arte de las extinguidas órdenes religiosas En 1844 fue nombrado deán de la catedral de Sevilla, de la que sería vicario capitular dos años más tarde. En 1845 accedió a la cátedra de Sagradas Escrituras en la Universidad de Sevilla, de la que fue decano de la Facultad de Teología.

En 1845 fue elegido senador vitalicio. En 1847, tras la muerte de Martín Fernández de Navarrete, ocupó su plaza como numerario de la Real Academia Española. Perteneció a la Academia de Bellas Artes de Sevilla y en 1850 presidió la Academia Sevillana de Buenas Letras en 1850. Falleció en Sevilla a los 80 años de edad.