Compositor, director de orquesta y profesor español. Nació el 15 de noviembre de 1886 en San Sebastián (España).

Se trasladó muy joven a Madrid, donde estudió composición con Bartolomé Pérez Casas y Joaquín Turina. Formó parte de la Orquesta Sinfónica de Madrid en 1902, en la que llegó a ocupar el puesto de primer violín. Amplió su formación musical en París; allí ingresó en la Schola Cantorum y fue alumno de Vincent d¿Indy.

A su regresó a España dirigió la Banda de Música del Real Cuerpo de Alabarderos de la Casa Real. Estrenó algunas de sus composiciones con las orquestas Sinfónica y Filarmónica de Madrid. En 1923 se trasladó a Cuba donde fundó, al año siguiente, la Orquesta Filarmónica de La Habana. Estuvo al frente de la misma durante una década, en la que estrenó composiciones propias como “Crepúsculo en la meseta” (1924), “Rondó fantástico” (1926) o “Changó” (1929). También alcanzaron gran popularidad obras como “Castilla” (1927), “Sones de Castilla” (1928) y “Liturgia negra” (1939).

En Cuba, estrenó música de autores españoles como “La procesión del Rocío” (1912) y “Danzas fantásticas” (1919) de Joaquín Turina; también “Noches en los jardines de España” (1909-1916) de Manuel de Falla, del que era gran admirador. El 20 de marzo de 1927 comunicó a Falla por carta los mencionados estrenos. Acompañó, en una de sus excursiones por la isla, a Federico García Lorca y a Adolfo Salazar, cuando ambos coincidieron, en 1930, en su visita a Cuba. También llevó a cabo una importante labor de difusión de la música cubana en Hispanoamérica. Formó a compositores cubanos como Alejandro García Caturla y Amadeo Roldán. Como director invitado, en 1930, dirigió la Orquesta Nacional de México y varias orquestas norteamericanas, además de representar a Cuba en el II Festival de Música Norteamericana, Mexicana y Cubana.

En 1932 regresó a Europa, continuando su carrera de director en ciudades como Madrid, Berlín y Lausana. También dirigió conciertos en Rusia, Austria, Portugal, Hungría e Inglaterra. En 1935 recibió el Premio Nacional de Música en España y, un año después, participó en el Festival de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea celebrado en Barcelona.

Debido a la guerra civil española, se trasladó a vivir a California. Dirigió a las principales orquestas de Estados Unidos, trabajó en el Converse College, y en las universidades de Princeton y Rutgers. Fue miembro de la American Composers Alliance. Además de los títulos mencionados, escribió música sinfónica como “Boceto sinfónico” (1934), “Concierto para piano y orquesta” (1942), “Caravana del desierto” (1944), “La Macumba: Ritual Symphony” (1945), “Parade, comparsa yoruba” (1949) y “Symphonic Suite in three movements” (1962); piezas de cámara como “Aires del campo” y “Three Movements for String Quartet”; para piano “Paisajes y lugares” (1929) dedicada a José Cubiles; para guitarra “Una leyenda” (1923) dedicada a Andrés Segovia; para voz y piano “Canto cubano”, “Tonadilla española”, “Negra flor”, “Misa de amor” o “Invocación a Ogún”. Falleció el 18 de octubre de 1976 en Washington (Estados Unidos).

Parte de su fondo documental se conserva en la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).