Entidad creada durante la Guerra Civil española por el gobierno republicano como una agencia estatal con la misión principal de obtener divisas extranjeras mediante la exportación de valores filatélicos.

Fue creada por una Orden del Ministerio de Hacienda y Economía de 28 de enero de 1938, dependía de la Dirección General del Timbre y Monopolios y tenía su sede en Barcelona.

Fue creada siguiendo el modelo de una agencia similar existente en la Unión Soviética por sugerencia del embajador de este país en España, Marcel Rosemberg, al Presidente del Gobierno de la República, Juan Negrín.

Tenía el estatuto de agencia autónoma con personalidad comercial propia y estaba dirigida por un Comité Asesor e Interventor y por un Gerente. El Comité estaba presidido por el Director General del Timbre y Monopolios, mientras que el Gerente era nombrado por el Ministro de Hacienda.

Las funciones de la Agencia eran intervenir en todo lo relativo a la producción y venta de sellos para colecciones, intervenir en la confección de nuevas emisiones, gestionar la venta de fondos filatélicos en el extranjero, así como la vigilancia y fiscalización de las actividades filatélicas nacionales para evitar perjuicios a la Renta del Timbre.

Se atribuyó a la Agencia la exclusividad para la exportación de valores filatélicos. Para este fin se dispuso que le fuesen entregados todos los efectos en poder del Servicio de Correos, la Compañía Arrendataria de Tabacos y los restantes organismos del Estado, así como las colecciones que ingresaran en la Caja de Reparaciones procedentes de incautaciones. La Agencia debía ingresar en el Tesoro del Estado todo lo obtenido en las operaciones de venta.

Sin embargo, por otra Orden ministerial de 27 de mayo de 1938 se aceptó la posibilidad de que los comerciantes privados vendieran sellos españoles en el extranjero, siempre que solicitaran previamente permiso a la Agencia.

La Agencia Filatélica Oficial fue suprimida por una Orden de 26 de marzo de 1939.