Militar y político. Primer presidente de Perú tras la proclamación de la Independencia.

Era hijo de los nobles españoles José de la Riva-Agüero y Basso de la Rovere, caballero de la Orden de Carlos III, y de María Josefa Sánchez-Boquete y Román de Aulestia, heredera del marqués de Montealegre de Aulestia.

Nació en Lima y vino a España para completar su educación e iniciar la carrera naval. Con motivo de la ascensión de Napoleón Bonaparte marchó a Francia. Tras la invasión napoleónica de España (1808), se alistó en el ejército y participó en algunas acciones contra los franceses, en Guipúzcoa, Burgos y Córdoba. Al parecer tuvo contactos con algunos criollos que conspiraban por lograr la independencia americana y regresó a Perú para alentar dicha causa.

En 1810 fue nombrado contador y juez conservador del ramo de suertes y loterías del Tribunal Mayor de Cuentas de Lima. Fue señalado como integrante de una conspiración elitista, en la propia Ciudad de los Reyes, junto al conde de la Vega del Ren, a los hermanos Juan José y Diego de Aliaga y otros. Todos fueron investigados entre 1814 y 1818.

En 1816 escribió una "Manifestación histórica y política de la revolución de América", que fue publicada de forma anónima, en Buenos Aires en 1818 y en la que expuso las causas que justificaban la revolución contra el sistema español.

En 1820 se alistó en la expedición libertadora de José de San Martín y en 1821 fue uno de los firmantes del Acta de Independencia del Perú y condecorado con la Orden del Sol del Perú.

Fue nombrado Presidente del Perú en 1823. Las desavenencias con el Congreso y la llegada de Bolívar determinaron el fin de su gobierno y su deportación a Guayaquil, primero, y a Europa después, donde residió hasta 1828, volviendo entonces a América.

En 1833 fue elegido diputado por Lima a la Convención​ que lo reincorporó al ejército con el título de Gran Mariscal. Murió en Lima en 1858.