Diputado, magistrado y abogado español.

José Remírez Cid nació 11 de enero de 1773 en Aguilar de Campos en la provincia de Valladolid en el seno de una familia hidalga.

Se formó en Filosofía en el convento de Tamara de Campos durante tres años; posteriormente cursó Leyes en la Universidad de Valladolid dónde obtuvo el bachiller en Derecho Civil en el año 1794. Tras la consecución de estos estudios fue admitido en la Academia de Derecho Español, una academia eminentemente práctica dedicada al derecho vigente y aplicado.

En 1797 pasó a formar parte de la Universidad de Osma tras haber pasado brevemente por la de Valladolid el año anterior dónde ocupó la cátedra de Instituciones Civiles como profesor sustituto.

En 1798 se le concedió la licencia para ejercer como abogado por parte de la Real Chancillería de Valladolid, función que ejerció en Aguilar de Campos durante un periodo de cuatro años. Justo después, y con la ayuda del arzobispo de Burgos, Manuel Cid Monroy, su tío, se convirtió en el abogado de cámara del arzobispado. Desempeñó este cargo hasta la irrupción del ejército francés en 1808. Estos acontecimientos propiciaron que su tío se viera obligado a exiliarse a Portugal por lo que José Remírez Cid decidió regresar nuevamente a Aguilar de Campos. En 1812 se trasladó a Palencia tras haber sido nombrado juez, pero su estancia en dicha ciudad fue fugaz debido a las tropas francesas que la ocuparon.

En 1813 fue elegido diputado suplente a Cortes por Valladolid, pero no llegó a formar parte de estas.

La realización de una serie de encargos solicitados por el gobierno de la Regencia, así como su función de asesor en la Junta Provincial de Agravios propiciaron que en mes de noviembre de 1814 José Remírez Cid fuera nombrado corregidor de Palencia. Al año siguiente fue nombrado oidor de la Audiencia de Aragón, pero este cargo le obligaba a abandonar las propiedades que tenía por lo que, aludiendo a los problemas de salud de su mujer, no dejaba de solicitar un traslado. Cuando durante el Trienio Liberal resultó elegido diputado a Cortes por Valladolid, en la Audiencia de Madrid había una vacante y el Consejo de Estado propuso a José Remírez Cid que la ocupase. Esta situación generó un debate en las Cortes al entender que el ascenso otorgado a un diputado en ejercicio era contrario a la Constitución. Debido a esto las Cortes prohibieron que los diputados pudieran aspirar o ser propuestos para ocupar un cargo público. Tras años de incesantes peticiones de traslado finalmente le fue concedido en 1822. Pasaría a ocupar el puesto de magistrado de la Audiencia de Valladolid; y tras el restablecimiento de la Real Chancillería de Valladolid fue nombrado oidor.

Durante su estancia en las Cortes de 1820 se involucró especialmente en lo relativo a las cuestiones judiciales y económicas. Su posición, liberal o realista/absolutista, no queda definida por sus propuestas o ideas, ya que algunas son por ejemplo de carácter liberal como la del reconocimiento al alcalde constitucional de Granada tras las humillaciones que sufrió con el regreso al absolutismo, y otras como la defensa de los intereses eclesiásticos - recordemos que su tío fue el arzobispo de Burgos - oponiéndose a la propuesta del control de la venta de bienes de órdenes regulares tiene un cariz más realista.

En estas legislaturas fue miembro de numerosas comisiones como la del pan, de Hacienda, del presupuesto de gastos o de la de legislación. En el ámbito jurídico fue uno de los diputados que propuso ampliar los poderes de las autoridades para poder meter en la cárcel a los que perpetrasen delitos comunes y se opuso al empleo de cadenas en los presos. Respecto a las cuestiones económicas se posicionó en contra de del sistema de calcular las riquezas de las provincias y por ende de la tributación, ya que consideraba que el sistema favorecía a unas provincias y perjudicaba a otras. También fue férreo defensor de la reactivación de las obras del Canal de Castilla para mejorar la racha de malas cosechas que se venían arrastrando en Castillas a lo largo de los últimos años.

José Remírez Cid falleció el 29 de octubre de 1826 en Valladolid.