El monasterio de Bárcena de Campos se funda en el año 1595 gracias a la donación hecha por el matrimonio formado por García Manrique de la Vega y Leonor de Salazar. Entregan una casa de su propiedad junto con una huerta para que los monjes puedan instalarse.

Ellos mismos se hacen cargo de los gastos de la construcción y se convierten en los patronos de la casa.

Dejarían como condición ser enterrados bajo el altar mayor de la iglesia, únicamente el matrimonio y su tía Constanza de la Vega podían ser allí enterrados. También establecen como condición que el convento este siempre habitado por no menos de diez monjes, sin incluir en esta cifra los legos que se consideraran necesarios para atender las tareas de la casa.

Esto llegó a generar conflictos con los herederos del matrimonio fundador ya que se consideraba que los monjes no habían cumplido todos los requisitos de la fundación. La orden se escudaba en que, junto a las escrituras de fundación, ellos habían establecido en los Capitulos Generales de la orden del mismo año de la fundación, 1595, las salvedades que representaban contradicción con las normas de la regla.

Toda esta documentación ha sido conservada gracias a los pleitos que provocó esta situación. El resto de los archivos del monasterio se perdieron con la ocupación de las tropas francesas durante la Guerra de Independencia.

La casa sufrió importantes daños pero, en cualquier caso, pudo volver a ser habitada por los monjes, al menos hasta el año 1820.

En ese momento, y debido a la aplicación de las leyes de exclaustración del Trienio Liberal, la orden se vió obligada a abandonar de forma definitiva el antiguo monasterio.

El edificio se mantuvo en pie aunque sufriendo un importante deterioro. En la actualidad se ha solucionado el problema restaurando parte del edificio y dándole uso como sede de actividades culturales gracias a la intervención de la Diputación de Palencia y la Junta de Castilla y León.