Barco prisión anclado en el Puerto de Cartagena (Murcia) durante la Guerra Civil Española.

Tres días después del estallido del conflicto militar y fracasada la sublevación contra el Gobierno de la República, en la base naval de Cartagena fueron detenidos y encerrados todos los jefes y oficiales tras las primeras escaramuzas. La marinería, fiel al gobierno republicano, habilitó como buque prisión unos primeros barcos, el transporte "Almirante Lobo" y el mercante "España número 3" y, posteriormente el Río Sil, en los que quedaron encarcelados.

En los primeros días de agosto se comenzó a distribuir a todos los jefes y oficiales procedentes de otros buques y dependencias de la Marina en Cartagena así como a los sublevados en la base aeronaval de San Javier, entre las dependencias previstas, principalmente el buque Río Sil en los que también acomodaron a parte de la guarnición de Guardias Civiles sublevados en Albacete que tras su rendición fueron trasladados a Alicante y finalmente desde ahí hasta Cartagena.

El día 14 de agosto arribó al puerto de Cartagena el acorazado de la armada republicana Jaime I que debía reparar los daños recibidos y desembarcar los fallecidos, tras un bombardeo de la aviación "nacional". La marinería del acorazado Jaime I asaltó y tomó el mando del Río Sil sacando a algunos prisioneros que fueron conducidos hasta las proximidades de la prisión militar de la Marina, cerca del arsenal, donde fueron asesinados. En total fueron asesinados un total de 53 prisioneros entre Jefes, Oficiales, Suboficiales y tropa tanto de la Guardia Civil como de la Guardia de Asalto.