Compositor austríaco.

Nació el 31 de enero de 1797 en Viena y murió el 19 de noviembre de 1828 en la misma ciudad.

Hijo de Franz Theodor Schubert, maestro y director de escuela, y de Elisabeth Vietz. Mostró talento musical a una edad temprana y recibió sus primeras lecciones de música de su padre, quien le enseñó a tocar el violín. A los siete años fue discípulo de órgano de Michael Holzer, maestro de capilla de la iglesia parroquial de Lichtental. Más tarde ingresó en el coro de la Wiener Hofkapelle, donde desarrolló aún más sus habilidades musicales. A los once años ya era alumno de la Stadtkonvikt-Schule de Viena, uno de los centros de formación musical más renombrados de la época. Allí conoció a muchos de los que serían sus amigos, como Joseph von Spaun, Albert Stadler y Anton Holzapfel. Además de recibir clases de composición de Wenzel Ruzicka y, más tarde, de Antonio Salieri, estudió y practicó las obras instrumentales de Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart.

A lo largo de su vida, Schubert compuso una impresionante cantidad de obras de diversos géneros, incluidos más de seiscientos Lieder -canciones que él o sus editores solían agrupar en ciclos, como Die schöne Müllerin o Winterreise-, numerosas piezas para piano, música de cámara -como el quinteto Forellenquintett (1819), conocido como "La trucha"-, sinfonías -como la famosa Sinfonie in h-Moll (1822), conocida como "La inacabada"-, misas y óperas -como Alfonso und Estrella (1822), basada en la alta Edad Media española-.

Aunque durante toda su vida fue apreciado por amigos y colegas, tuvo que luchar contra dificultades financieras. Sus obras a menudo fueron conocidas sólo por un pequeño círculo de admiradores y amigos, pero su aprecio creció rápidamente después de su muerte.

La salud de Schubert empeoró en sus últimos años a causa de una posible infección por sífilis mal curada. A pesar de su deterioro físico, continuó su labor productiva hasta su muerte por fiebre tifoidea, con sólo 31 años. Fue enterrado en el cementerio vienés de Währing.

Después de su muerte, la música de Schubert se hizo cada vez más popular y su importancia como compositor fue ampliamente reconocida. Hoy en día se le considera uno de los representantes más importantes de la historia de la música austriaca y uno de los grandes maestros del Romanticismo.