Plan presentado por Comisiones Obreras el 16 de febrero de 1981 en el que proponía una serie de medidas encaminadas a la consecución del pleno empleo y la plena protección de los trabajadores en paro, así como las líneas generales por las que debería regirse la negociación colectiva entre las empresas y sus empleados.

Aunque este plan fue una pieza clave en las reivindicaciones del sindicato en la década de 1980 no obtuvo ninguna respuesta por parte de los demás agentes a los que iba dirigido: el Gobierno, los partidos políticos, las patronales y la Unión General de Trabajadores.