En marzo 1179, Pedro Fernández Fuencalada, I maestre de la Orden de Santiago, otorga fuero a Uclés, cinco años después de haber recibido dicha villa y su castillo de manos del rey Alfonso VIII. Conocido como Fuero Latino, regulaba, como era habitual, la vida comunitaria de una villa de repoblación y frontera. A mediados del siglo XIII, el concejo y los señores de la villa elaboraron un nuevo fuero: Fuero Romanceado o Extenso, y posteriormente recibiría varias cartas de mejora del fuero originario (siglos XIII y XIV).

Uclés, como villa de señorío de la Orden de Santiago, era gobernada conjuntamente por el comendador, que era nombrado por el maestre y residía en el convento de Santiago, y el concejo. Uclçés contaba con dos concejos, el mayor y el de aldea. El "concejo mayor" estaba formado en un principio por una asamblea general de vecinos y se reunía los domingos, aunque ya en febrero de 1188 aparecen documentados dos aportellados: un juez y un alcalde. Las autoridades municipales de las que se tienen noticias desde finales del siglo XII son: juez, seis alcaldes, seis jurados, tres sesmeros, andador, sayón, escribano, adelantado, adalid, pregonero, plegador y almocadén, elegidos todos ellos por un año. Estos cargos eran ocupados únicamente por los que tenían casa poblada en la villa. Además de este "concejo mayor" se conoce la existencia de un "concejo de aldea".

Las Relaciones topográficas de Felipe II (1575) nos hablan de la existencia de un gobernador, nombrado por el Consejo de Órdenes, dos jueces, siete regidores perpetuos, un ejecutor y un alferez, "por votos", más dos alguaciles puestos por el gobernador.

En febrero de 1520, Garci López Pacheco, gobernador de la Provincia de Castilla, a petición del concejo de la villa, decidió que se destinase alguna casa que fuese "convinyente" para "casa de conçejo e ayuntamiento e carçel", y si no la hubiere, construir una "en buen sytio e lugar". La casa consistorial que hoy vemos data de finales del siglo XVI.