Pianista, compositora, folklorista, catedrática de Música, pedagoga musical, inventora, arreglista, directora de coro y musicógrafa española.

Nació en Mula (Murcia, España) el 18 de agosto de 1895. Hija de José María Ibáñez Ruiz, funcionario judicial, y de Carmen Ibáñez Abellán, maestra de primera enseñanza con conocimientos de piano.

En 1903 comenzó sus estudios musicales en la Academia Fernández Caballero de Murcia, dirigida por el maestro Antonio Ramírez Pagán, donde fue alumna de piano de Pedro Muñoz Pedrera. En junio 1908 superó el examen de ingreso en el Real Conservatorio de Música y Declamación de Madrid, donde estudió piano con Emilio Serrano y José Tragó, y armonía con Valentín Arín y Pedro Fontanilla. En 1913 obtuvo los títulos superiores de Profesora de Solfeo, Piano y Armonía con nota de sobresaliente.

En 1909 consiguió diploma y premio extraordinario en un concurso celebrado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid para alumnos aventajados del Conservatorio, menores de 15 años, donde compitió, entre otros, con José Cubiles y Enrique Aroca. Se trasladó junto con su madre a Murcia en 1915 para trabajar en la docencia. Desde abril de ese año ejerció como auxiliar de la clase de música de la Escuela Normal de Maestros de Murcia hasta el 17 de febrero de 1917, fecha en la que tomó posesión de la plaza de profesora especial de música en la Escuela Normal de Maestras de Albacete. Desempeñó el cargo de secretaria de dicha Escuela a propuesta del claustro de profesores desde el 4 de octubre de 1917 hasta 17 de noviembre de 1918 que dimitió.

Se casó en 1920 con Luis María Sánchez Jiménez, perito agrícola, y fueron padres de cuatro hijos. En 1926 fundó y dirigió el Orfeón Escolar Albacetense integrado por alumnos y exalumnos de las Escuelas Normales de Albacete. En 1928 desarrollo el Rigo-Móvil Ibáñez, que patentó al año siguiente, concebido como un objeto para que los niños aprendiesen música de forma intuitiva y jugando; el invento podía utilizarse incluso en la enseñanza musical para sordomudos. Ese año obtuvo la certificación de Profesora de Instrucción Pública y Maestra Nacional.

En noviembre de 1938 fue nombrada directora de la Escuela Normal de Albacete, por lo que tras la guerra civil española pasó por un proceso de depuración sin ser condenada. Poco después fue nombrada Asesora de Música de Juventudes de la Falange Española y de las J.O.N.S. de Albacete, fundó el Coro de Juventudes, que interpretaba un repertorio de música popular, y puso en marcha los Coros de la Sección Femenina en Albacete.

Tuvo el reconocimiento, en 1956, de ser la séptima Profesora especial de Música con más antigüedad de España, tras más de cuarenta y tres años dedicada a la docencia. Falleció en Albacete en 1962.

Es autora de varios trabajos de investigación y pedagogía musical como Metodología. Enseñanza de la música en las escuelas primarias (1926), Metodología de la música. Apuntes sobre música (1928), La música en la escuela (1930-1931), Método autógrafo de solfeo. Primer y segundo curso (1930), Nuevo sistema pedagógico-musical. El ideal de la música en la escuela primaria. Su enseñanza por medio del método Rigo-Móvil (1930), La intuición musical. Los nuevos sistemas de enseñanza (1932) y Cancionero de la provincia de Albacete. Colección de canciones recogidas de la voz popular en su más puro ambiente (1967).

Como compositora, además de algunas piezas religiosas y para baile, escribió obras para piano como Fantasía murciana (1920); Recuerdos de mi tierra: rapsodia murciana (1925); Presentimiento, nocturno en La mayor (1925); Primer cuaderno de danzas españolas: 1.- Donosa, 2.- Garrida y 3.- Pizpireta (1926); y Sonata en Si bemol mayor (1926). Himnos como Plus Ultra, himno hispano-americano (1926) para voz y piano, con letra de Eudoxio de Sosa; y Albacete y su Región. Himno a Albacete (1926), para coro a cinco voces, con letra de Ramón Castellanos y Enrique Soriano Marcos. Música ligera y popular, casi siempre con el seudónimo C. Skrienty, como los fox-trot Abd-el-Kader (1925), para piano; Tas-Ivi (1925), para piano y violín; Gaby (1925), para piano; El más dulzón (1925), tango para violín y piano; Los niños Bienvenida (1925), pasodoble flamenco para piano; Rada-Fox (1926), para conjunto instrumental con piano; el pasodoble Sol de España (1926), para piano; el chotis Serrano (1926), para voz y piano; y el tango Pero tú..., no estarás (1928), para voz y piano, con letra de Eduardo Quijada Alcaraz. Para coro Venid compañeros (1917), y Señores, si os place (1917), para coro y piano. Además de canciones como Canción del pescador (1925), romanza para voz, piano y violín, con texto de Francisco Belmonte; Desdenes (1925), «tonadilla andaluza» para voz y piano, con letra de Francisco Belmonte; Baile en la plaza (1933), para voz y piano; Cantar quiero yo (1947), para voz y piano; Canción de cuna (1953), para voz y piano; y Mayo con folía (1958), para dos voces y piano. A partir de sus recopilaciones de canciones populares, realizó numerosas transcripciones y adaptaciones para coro, como Por tierras de Albacete se oye cantar (1946-1952), en cuatro cuadernos, divididos en cinco números; Seguidilla manchega de Chinchilla (1956) para voz y piano; y Seguidilla manchega de El Ballestero (1956) para coro a cuatro voces; entre muchas más.