Marquesa consorte de Aguilar de Campoo y condesa consorte de Castañeda, era hija de Juan Luis de la Cerda, V duque de Medinaceli y de Isabel de Aragón Cardona, hermana del duque de Montalto; nació hacia 1567 en la villa de Medinaceli.

Casó con Bernardo Manrique de Lara. En mayo de 1586, se dieron las capitulaciones matrimoniales, previa dispensa papal por razón de parentesco. El matrimonio se celebró en la villa de Piña.

Fueron hijos del matrimonio:

1º Juan Luis, que sigue la línea. Casó con Juana Portocarrero y con Beatriz de Haro Avellaneda.

2º Ana, quien casó con Garci Fernández Manrique, conde de Osorno; murió en 1642 sin sucesión.

3º Francisca, que fue monja en Santa Clara de Aguilar.

4º Casilda, que murió muy niña.

5º Antonia Manrique de la Cerda, a partir de quien más tarde continuará la línea.

A la muerte de Bernardo, la marquesa, tal y como el marqués había dispuesto en su testamento, fue la tutora y administradora de los bienes de sus hijos, todos ellos menores de edad, con especial dedicación a los del heredero del mayorazgo, Juan Luis Fernández Manrique de Lara. También la marquesa debió afrontar el pago de las deudas dejadas por el marqués.

La situación de la marquesa dio un giro en 1613 cuando el hijo primogénito, Juan Luis, heredero de la Casa, decidió, a pesar de su minoría de edad, rebelarse contra la tutela de su madre. Antonia, quedó sin recursos ni rentas y con la dote entregada por su padre al casarse en riesgo de perderse. La marquesa se vio obligada a exigir a su hijo una pensión para su mantenimiento.

En 1628, al final de su vida y ya enferma, se le nombró con el acuerdo de sus hijos Juan Luis, Ana y Antonia un administrador para encargarse de sus bienes y rentas, figura que sería finalmente sustituida por la del marqués, su hijo.