Persona
Fernández Manrique de Lara, Bernardo (1651-1662)Otras formas
1651 - 1662
Marqués de Aguilar, conde de Castañeda, señor de los valles de Toranzo, Iguña, Buelna, San Vicente, Rionansa y Tudanca, de las merindades de Peñarrubia y Peñamellera, del honor de Sedano, y de las villas de Piña, Abia, Villalumbroso, Santillana y otros pueblos.
También, canciller y pregonero mayor de Castilla, patrono de la colegiata de San Miguel de Aguilar y grande de España de primera clase.
Hijo de Juan Luis Fernández Manrique de Lara y de Beatriz de Haro Avellaneda, VI marqueses de Aguilar, nació en 1651.
En 1653, tras la muerte prematura del VI marqués y tal y como dispuso en su testamento, su esposa, Beatriz de Haro Avellaneda, sería la tutora y curadora de Bernardo. Más tarde, al ingresar esta en el convento de la Encarnación de Madrid, se hicieron cargo del marquesado los abuelos del heredero: María de Avellaneda, condesa de Castrillo, y su marido García de Haro y Sotomayor, hijo segundo de los marqueses del Carpio y sobrino del conde-duque de Olivares. Desde 1653 a 1658 García de Haro fue virrey de Nápoles, pero al volver a España se convirtió prácticamente en el principal consejero del rey Felipe IV, que le nombró presidente del Consejo de Castilla. Como abuelo materno del pequeño marqués de Aguilar de Campoo, Castrillo nombró tutora y administradora de sus bienes a su cuñada doña Juana Clara de Avellaneda, que entre 1658 y 1664 los disfruto sin oposición de ninguna clase.
Bernardo fallecería el 31 de octubre de 1662 con solo 11 años.
Fue a Antonia Manrique de la Cerda, hija de Bernardo, V marqués de Aguilar, y hermana de Juan Luis, VI marqués de Aguilar, a quien le correspondió suceder a su sobrino, el niño Bernardo, VII marqués de Aguilar. Sin embargo, Antonia fallecería poco después que su sobrino, en el mismo año de 1662. Le correspondió ser la XI condesa de Castañeda.
Se inició un pleito entre Alonso Fernández Manrique, conde de Montehermoso y señor de Galisteo, Bernardo Manrique de Silva, marqués de la Eliseda y Antonio Manrique de Vargas, marqués de la Torre, disputándose la posesión de los estados de Aguilar y Castañeda.
Finalmente, el sucesor fue el hijo que Antonia Manrique de la Cerda había tenido con su primer marido, Ruy Gómez de Silva Mendoza, marqués de la Eliseda, esto es, Bernardo Manrique de Silva, que pasó así a ser el VIII marqués de Aguilar.