Familia
Gámiz, familia
1451
Los orígenes de la familia Gámiz se remontan a mediados del siglo XV, cuando Juan Martínez de Orenin, vecino de Vitoria, obtiene el nombramiento de escribano real: su hija María casará con Juan Ruiz de Gámiz, que continuará la saga de los escribanos y también el hijo de éstos, Alonso Ruiz de Gámiz, cargo que compatibilizará con otros oficios "de los más calificados de la ciudad de Vitoria como son diputado y procurador general y alcalde ordinario". Los tres serían enterrados en el altar de la Trinidad de la Colegiata de Santa María de Vitoria. La importancia del linaje de la familia Gámiz arranca con la figura de Juan Alonso Ruiz de Gámiz, nacido en la localidad alavesa de Armentia en los albores del siglo XVI, hijo del anterior y de Sancha Martínez de Buendía. Lo más probable es que la llegada de Juan Alonso Ruiz de Gámiz a la Corte del emperador se debiera a la presencia de su primo Martín de Salinas; en 1546 ocupó el cargo de capellán y el de comisario apostólico del ejército del Emperador Carlos V, y dos años después el de agente del rey de Romanos Fernando I, hermano del Emperador, y capellán mayor y limosnero de su hijo, el rey de Bohemia Maximiliano, como consta en el Privilegio otorgado en Augusta con fecha 20 de enero de 1548 donde le declara "de noble y antigua descendencia de parte de padre y madre"; y le agradece la gran fidelidad y lealtad dedicada al servicio de la Casa de Austria y particularmente en la jornada de Argel, donde perdió su hacienda y "casi la vida"; concediéndole las armas del escudo como premio y honra de su descendencia y Casa. Al año siguiente será nombrado embajador del Emperador Fernando en la Corte de Carlos V, sustituyendo en el cargo a su primo Martín de Salinas. Así consta en el privilegio fechado en Augusta el 14 de marzo de 1559 y concedido a Juan Alonso Ruiz de Gámiz y a Alonso de Gámiz, su sobrino, secretario y miembro del Consejo del Emperador, y a Diego Ruiz de Gámiz, hermano del embajador, y a sus sucesores, aumentando el escudo de armas con el águila imperial de dos cabezas. Como miembro de la oligarquía vitoriana con alta representación en la Corte, debía estar presente en las manifestaciones propias de la élite y, entre ellas y de manera destacada, estaba la creación de capillas familiares en las Iglesias destacadas de la zona: Juan Alonso de Gámiz eligió la Colegiata de Santa María para la fundación de su capilla familiar en la que colocar sus armas: presidida por el retablo flamenco dedicado al "Dulce Nombre", con el escudo familiar y un enterramiento para el embajador y sus antepasados y descendientes. Asentada en esta misma capilla estaba la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús. Al final de sus días, se retiró a Armentia donde hizo testamento el 2 de febrero de 1570 ante el escribano de Vitoria Diego de Paternina, instituyendo heredero universal a su sobrino Diego, hijo de su hermano, Diego Ruiz de Gámiz, cuyos hijos van a continuar la importancia del linaje. El clientelismo a través del que él mismo llegó hasta la Corte del Emperador, lo empleó para situar a sus propios familiares. Diego Ruiz de Gámiz, único hermano del embajador, casó con María López de Letona y tuvieron seis hijos, por este orden: - Alonso de Gámiz: secretario del Emperador Fernando y miembro de su Consejo y después de Maximiliano, que le concederá el señorío de Guezzendorf - Pedro de Gámiz: gentilhombre del rey Felipe II cerca de la persona del duque de Sesa siendo gobernador y capitán general de los Estados de Milán, Piamonte y Lombardía y después repostero mayor y teniente de caballerizo mayor de la Emperatriz María, mujer del Emperador Maximiliano - Diego de Gámiz: el tercero, y el sucesor en el vínculo y mayorazgo del embajador Juan Alonso Ruiz de Gámiz, su tío. - Fernando de Gámiz: familiar del Santo Oficio de la Inquisición de Logroño - María de Gámiz: mujer de Cristóbal Díez de Atura, familiar del Santo Oficio de la Inquisición de Logroño - El licenciado Andrés de Gámiz: tesorero y canónigo de la Colegial de Vitoria y comisario del Santo Oficio de la Inquisición de esta ciudad. Diego de Gámiz, el sucesor en el mayorazgo de su tío, casará con Anastasia de Anda y tendrían tres hijos: - Juan Bautista de Gámiz - El licenciado Diego de Gámiz, tesorero y canónigo de la Colegial de Vitoria y comisario del Santo Oficio en esta ciudad - Antonio de Gámiz Mención especial merece la rama familiar de los Salinas, emparentados con los Gámiz desde que María Martínez de Buendía, tía del embajador Juan Alonso de Gámiz, casó con Martín Sánchez de Salinas: - el hijo de éstos, Martín de Salinas, Menino de Isabel la católica y del Consejo y Cámara del rey Fernando sería embajador de éste en la Corte de Carlos V antes de que su primo le sustituyera en el cargo, nombrándole caballero torneario con todos sus privilegios y exenciones. Carlos V le hará merced de la fortaleza de la villa de Alegría (Cédula Real fechada en Fornouda el 17 de mayo de 1536) de la que serían alcaldes desde entonces. - De su unión con Juana López de Cossío tuvo un hijo con su mismo nombre, Martín de Salinas, que casará con Ana de Estella y tendrían por único hijo a Martín Alto de Salinas y Estella. Los Salinas y los Gámiz van a mantener un enfrentamiento durante más de cuarenta años con el Concejo de Vitoria por la negativa de éste a aceptarlos como miembros alegando la falta de limpieza de sangre de la familia y aportando en su defensa todo tipo de pruebas y documentos falsos. Ello va a obligar a sus distintos miembros a tener que demostrar constantemente la limpieza del linaje y a acudir a las instancias judiciales solicitando sentencias favorables. El conflicto tiene su origen en el enfrentamiento ocurrido entre el tercer Martín de Salinas y Juan de Salvatierra, procurador general del Ayuntamiento de Vitoria, que acabó con el encarcelamiento del primero y su destierro a Orán. El hijo de éste, Martín Alto de Salinas y sus tres primos Diego, Juan Bautista y Antonio de Gámiz decidieron acudir ante la Audiencia pública y Chancillería de Valladolid el 16 de junio de 1609 contra el "Concejo, Justicia y Regimiento de la ciudad de Vitoria". La sentencia, dada en Valladolid el 23 de abril de 1611 (y la sentencia definitiva el 5 de abril de 1612) confirmará, por fin, la limpieza de sangre de los litigantes y mandará destruir todos los originales y sus traslados, así como los libros del Ayuntamiento con informaciones fabricadas falsamente. "en notable infamia de los linajes Gámiz y Salinas", obligando al Ayuntamiento a meter a los litigantes "en las suertes de elecciones de oficios públicos".