La Cartuja de Valldecrist es fundada por el infante Martín, hijo de Pedro IV de Aragón. Según la tradición el infante Martín, hombre de profunda religiosidad, soñó con el apocalipsis, lo que le llevó a fundar el monasterio cartujo. El 21 de abril de 1383 obtuvo los permisos del papa Clemente VII y del general de la orden y ordenó al obispo de Segorbe, Iñigo de Valterra, la búsqueda de los terrenos más propicios para construir el edificio. Según la tradición, la búsqueda fue infructuosa durante dos años hasta que el 17 de marzo 1385 un peregrino venido de tierra santa indicó al infante el avistamiento en la zona de un lugar con gran parecido al Valle de Josaphat de Jerusalén. Lo cierto es que el infante mantuvo desde antiguo una gran amistad con el cartujo Bernat Çafábrega, lo que pudo influir positivamente a su idea de fundar un monasterio de la orden que creara San Bruno. La fundación se realizó en dos masías compradas por Martín y su esposa María de Luna en la partida de Cánoves. La toma de posesión se realizó el 18 de marzo de 1385 en la catedral de Segorbe a el padre Simón de Castellets, prior de Porta Coeli, autorizado a recibir el monasterio por el general de la orden. El nombre Valle de Cristo fue iniciativa del propio infante Martín. Los primeros monjes que habitaron Valldecrist procedían de la Cartuja de Scala Dei de Tarragona. En un principio se nombró rector a Juan Berga el 15 de Agosto de 1385. Pero en el capítulo general de 1386 se convirtió su rectorado en priorato. El 7 de enero de 1386 Martín hizo fundador de Valldecrist a su padre, el rey Pedro, a fin de que la cartuja tuviese la condición de real. A parte de este momento, y gracias al apoyo económico del rey, se comenzó a construir la capilla de San Martín. En 1387 murió Pedro IV y su hijo Juan, nuevo monarca, confirmaba todas las donaciones realizadas al monasterio. El gran empuje arquitectónico a Valldecrist lo realizó el propio Martín, tras acceder al trono en 1395 al morir su hermano Juan sin descendencia. Es en este periodo cuando se termina construir la capilla de San Martín, siendo consagrada el 13 de noviembre de 1401, y cuando se emprende la construcción de la iglesia y del claustro mayor que constaba de 24 celdas. Debido a la protección real con la que contaba la casa de Valldecrist, el desarrollo arquitectónico del edificio continuó durante los siglos XVII y XVIII en los que se realizaron obras de marcado carácter barroco. En el s. XIX los cartujos tuvieron que abandonar varias veces el edificio hasta su exclaustración definitiva. En 1810, pocos días antes de la entrada del general Millet y sus tropas en Segorbe durante la Guerra de la Independencia, el monasterio fue clausurado por la aplicación del decreto de 1809 de José I Bonaparte que extinguía las órdenes religiosas. El 4 de diciembre de 1820 la comunidad tuvo que abandonar de otra vez el monasterio debido a la aplicación de la Ley sobre monasterios y conventos de 25 de octubre. El edificio fue devuelto a la orden el 29 de julio 1823, pero el 4 de septiembre de 1835 se produce su cierre definitivo tras la aplicación de los decretos de exclaustración de Mendizábal.