Reportero gráfico español nacido en Valencia. Su familia se trasladó a Barcelona y fue en esta ciudad donde un adolescente Centelles aprendió a fotografiar y el arte del retoque fotográfico en El Día Gráfico, uno de los primeros diarios españoles en incorporar la información fotográfica como un elemento central para el lector. Trabajó posteriormente para otros fotógrafos como el pool formado por Gaspar-Sagarra-Torrents, los Tres Reyes Magos, o Josep Badosa. En 1934 Centelles decide montar su negocio propio y en ser uno de los primeros reporteros de prensa en usar la cámara Leica. Sus trabajos empezaron a publicarse progresivamente en El Diario Gráfico y especialmente en Última Hora y La Humanitat, diarios vinculados a Esquerra Republicana de Catalunya.

Centelles adquirió especial relevancia con el estallido de la Guerra Civil Española, ya que algunas de sus instantáneas fueron portadas de periódicos y revistas de todo el mundo, como Newsweek, que ilustraron la derrota del golpe de estado en Barcelona y la salida de las primeras columnas milicianas hacia Aragón. Fotografió como civil, entre agosto de 1936 y junio de 1937, una parte sustancial del largo frente de Aragón, en concreto de los sectores de Huesca y Zaragoza, así como la vida política y social de Barcelona. Centelles, movilizado por su quinta, se incorporó al Comisariado de Guerra de la 31ª División desde julio de 1937, fotografiando la visita del President de la Generalitat Lluis Companys a los frentes aragoneses, la dureza de las batallas de Belchite o Teruel. En enero de 1938 Centelles fue adscrito a los servicios de inteligencia de la República, primero, a los laboratorios fotográficos del Departamento Especial de Información del Estado, un organismo de inteligencia vinculado al Ministerio de Gobernación republicano, y ya en marzo al gabinete fotográfico del Servicio de Investigación Militar. También compatibilizó estos destinos como fotógrafo oficial del presidente del Consejo de Ministros, Juan Negrín. En este periodo fotografió la despedida de las Brigadas Internacionales en Barcelona o las desgarradoras imágenes de los familiares de las victimas del bombardeo de Lleida.

Centelles, a igual que miles de compatriotas, cruzó hacia Francia ante la caída de Cataluña y con él una maleta que contenía gran parte de los negativos de su vida profesional y militar. Él y sus fotografías transitaron, primero, por el campo de refugiados de Argelès-sur-Mer, y, posteriormente, por el de Bram, donde captó, junto con otros compañeros, la vida cotidiana de los españoles. Además, escribió un diario en el que contó sus vivencias durante ese periodo. Dicho diario fue publicado en el año 2009 con el título "Diario de un fotógrafo: Bram, 1939". Abandonó el campo de Bram en septiembre de 1939 al obtener un contrato de trabajo en un estudio fotográfico de Carcasona. Con el estallido de la II Guerra Mundial, Centelles se integró en el maquis español que luchaba contra los ocupantes alemanes y los colaboracionistas de Vichy. Una redada de la Gestapo, en enero de 1944, estuvo a punto de capturarle, por lo que la organización decidió facilitar su retorno a España, y evitar su caída y su más que probable trágico final. Antes de partir Centelles decidió confiar sus negativos a una familia francesa de confianza. Ya en España se instaló en Reus (Tarragona) donde residía parte de su familia política. Allí permaneció durante dos años, donde su cuñado, miembro de la Falange, no dio parte de él. En diciembre de 1947 el Tribunal Especial de Represión de Masonería y Comunismo ordenó su detención por haber sido parte integrante de una logia barcelonesa en 1928, al margen de su integración en el Ejército Republicano. Fue condenado a prisión atenuada en domicilio con la obligación de presentarse cada diez días en la Jefatura de Policía de Barcelona hasta marzo de 1956. Inhabilitado para ejercer su profesión de periodista gráfico, Centelles montó su propio estudio donde fue contratado por empresas para sus campañas publicitarias o por famosos como Salvador Dalí o Manolo Escobar.

En 1976, tras la muerte del dictador Franco, Centelles regresó a Francia para recuperar los negativos que había confiado 32 años antes. Algunas de esas fotografías volvieron a ser vistas, pero en un contexto completamente distinto, el de la recuperación de las libertades democráticas, lo que significaba que gran parte de los españoles las veían por primera vez fuese en exposiciones, libros o películas documentales, como La vieja memoria de Jaime Camino. Sus fotografías se incorporaban de manera definitiva a la memoria colectiva de los españoles. En 1984 fue premiado con el Premio Nacional de Artes Plásticas. Murió en Barcelona el 1 de diciembre de 1985.