Persona
Portugal, Beatriz de (1373-ca.1420, reina consorte de Castilla)
Coímbra (Portugal) 1373-03-02 - Toro 1420
Reina de Castilla, segunda esposa de Juan I. Hija del rey don Fernando I de Portugal y de doña Leonor Téllez de Meneses, nació en un momento de grave crisis interna para el reino portugués, debido a la desafortunada intervención de Fernando en la guerra civil castellana, que despertó la oposición de buena parte del reino. El propio nacimiento de la infanta tuvo lugar mientras Enrique II de Castilla mantenía sitiada Coimbra.
Desde el primer momento se pensó en ella como heredera del trono portugués, ya que su padre era un hombre enfermo, cuya muerte parecía cercana. Sin embargo, el pueblo no acogió con alegría el nacimiento de la infanta, ya que su madre despertaba enconados odios en el reino. Su legitimidad fue atacada por los infantes de Portugal, Juan Dionís y Beatriz, hijos de Pedro I de Portugal e Inés de Castro.
Fueron varios los proyectos matrimoniales de los que fue protagonista. A raíz de la Paz de Santarém se pensó en una unión entre Betariz y Fadrique, bastardo de Enrique II para el que se había creado el ducado de Benavente. En 1380 se proyectó un matrimonio con el infante Enrique, futuro Enrique III. Un año más tarde, su padre rompió los acuerdos con Castilla y entró en negociaciones con Juan de Gante, duque de Lancáster, que estaba casado con la infanta Constanza. Fue a ellos a quien reconoció como verdaderos reyes de Castilla. Además, se proyectó el matrimonio entre Eduardo, hijo del conde de Cambridge, y Beatriz.
Tras el fracaso militar de la alianza anglo- portuguesa, se volvió de nuevo a los acuerdos con Castilla y se pactó un nuevo acuerdo matrimonial entre Beatriz y Fernando de Antequera. No obstante, al quedar viudo Juan I, fue él quien casó con la infanta portuguesa. A pesar de contar con el apoyo castellano, Beatriz no pudo alcanzar el trono portugués y tras la derrota en Aljubarrota, fue Juan de Avís, maestre de la Orden de Avís, quien se hizo con la Corona. Aunque Beatriz nunca abandonó la lucha por la defensa de sus derechos sucesorios, la muerte de Juan I la fue relegando paulatinamente del primer plano político.