El solar fundacional de este condado s encuentra en la fortaleza de Altamira, próxima a Brión (A Coruña). Tradicionalmente se aceptó que este título fue concedido por Enrique IV a Lope Sánchez de Ulloa y Moscoso, señor de las casas de Altamira y de Mesía (13-III-1455), pertiguero mayor de la tierra de Santiago.

Sin embargo, su creación oficial data del reinado de los Reyes Católicos, el 4-IV-1475, tras la revuelta irmandiña y pocos años después de reconstruirse su castillo.

La Grandeza de España se concede por Felipe III en 1613 a Lope de Moscoso Osorio Castro, V Conde de Altamira, caballerizo mayor de Felipe II y III, así como Trece de la Orden de Santiago (31-X.1613); distinción luego declarada de 1ª Clase (1751).

El Condado de Altamira lleva incorporados una serie de títulos concedidos a sus miembros u obtenidos por enlaces matrimoniales: Marqueses de Almazán, Condes de Monteagudo, Marqueses de Poza, Marqueses de Astorga, Sanlúcar la Mayor.

La abolición del régimen señorial tuvo serias repercusiones sobre esta concentración de títulos: Vicente Pío Osorio de Moscoso y Ponce de León (1801-1864), XIV conde de Altamira, último de la saga en ostentar todos los mayorazgos, repartió sus títulos entre sus 4 hijos, quienes a su vez se desprendieron de su enorme patrimonio a fines del siglo XIX e inicios del XX.

El actual poseedor del título es Gonzalo Barón Gavito, Duque de Sessa y Atrisco, conde de Altamira y marqués de Leganés y Astorga.

El fondo documental del condado de Altamira se custodia en la Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional (Toledo). La documentación es muy fragmentaria y dispersa y se encuentra mezclada con documentos de los títulos de Sessa, Poza, Nieva y Altamira. Esta documentación evoca la compleja gestión del patrimonio nobiliario de los Altamira, así como su labor de mecenazgo artístico y religioso, aparte de que sus genealogías y pleitos de tenuta nos remitan al intenso litigar de estas Casas durante la Modernidad. La dispersión de sus títulos y rentas le hace un archivo válido para historiar la evolución de los señoríos castellanos, riojanos, andaluces, alicantinos y leridanos desde el siglo XV hasta el siglo XIX.