El Colegio de San Torcuato de los Jesuitas, se fundaría en 1599 bajo los auspicios del obispo Juan de Fonseca y el apoyo de importantes familias locales. Su fundación coincide con la llegada a Guadix de los restos de San Torcuato. Años atrás el obispo Juan Alonso Moscoso había iniciado un intento de cristianización de la diócesis y de la población morisca de Guadix. Para ello solicita al rey apoyo para conseguir reliquias del Santo, en Celanova,que trasladadas a la diócesis consiguieran su objetivo. Estas reliquias conllevaron establecer fiestas en su honor, y apertura de un colegio seminario con su nombre. Aun así años más tarde en 1599, la Compañía de Jesús conseguía abrir su colegio con la misma advocación.

Según trabajos consultados, donaciones como las realizadas por la marquesa de Camarasa y las casas ofrecidas por el canónigo Grijalba, lo favorecieron. En un principio contó con un maestro de gramática y otro de primeras letras.

El colegio contaba con iglesia asociada.

El Colegio gozaría de un gran prestigio social y amplia repercusión intelectual, formando en gramática, latinidad y retórica, hasta la expulsión de los jesuitas en 1767.