Rey de Pamplona de 1134 a 1150. Hijo del infante Ramiro Sánchez, señor de Monzón y de Logroño; y de Cristina Rodríguez, hija del Rodrigo Díaz el Campeador. Contrajo matrimonio después de 1130 con Margarita de L'Aigle, y en segundas nupcias en 1144, en León, con Urraca la Asturiana, hija ilegítima del rey Alfonso VII de León y de Gontrodo Pérez.

Durante su reinado Navarra recuperó la independencia con respecto al reino de Aragón. A la muerte de Alfonso I el Batallador, la herencia navarra había sido encomendada a las Órdenes del Santo Sepulcro, el Hospital y el Temple. El rechazo de estas cláusulas testamentarias por parte de la nobleza navarra llevaron al apoyo de la candidatura de García Ramírez como sucesor, si bien por línea bastarda, de la dinastía Jimena. Asimismo, sus cualidades como caudillo militar que había demostrado en años previos le convertían en una excelente opción para restaurar la monarquía navarra. El camino no fue sencillo y García Ramírez hubo de enfrentar las apetencias territoriales del rey de Castilla, Alfonso VII, así como del nuevo rey de Aragón, Ramón Berenguer IV, casado con la heredera del mismo, Petronila. Su labor, inacabada, fue continuada por su hijo, Sancho VI, el Sabio.