Persona
Jaime II (1267-1327, rey de Aragón)
València (España) 1267-04-10 - Barcelona (España) 1327-11-02
Rey de Aragón, Valencia, conde de Barcelona y rey de Sicilia. Hijo de Pedro III y Constanza de Sicilia. Las primeras noticias sobre el infante real datan de las llamadas Vísperas Sicilianas y la conquista del reino de Sicilia por parte de Pedro III. En aquel momento fue jurado como heredero de aquel reino y quedó en él como lugarteniente de su padre, enfrentándose a los partidarios de los angevinos. Coronado rey de Sicilia a la vez que su hermano Alfonso III lo era en la Corona de Aragón. No obstante, a la muerte de éste le sucedió en los reinos peninsulares lo que favoreció la reacción de Francia y el Papado en lo relativo a la dominación de Sicilia. Por medio del Tratado de Anagni, Jaime II renunció a Sicilia en favor de sus posesiones aragonesas, pero eso no evitó los conflictos posteriores con su hermano Federico, quien asumió aquella corona.
En relación a la política peninsular, Jaime II había llevado a cabo un acercamiento a Castilla mediante la firma del Tratado de Monteagudo con Sancho IV; por él, se comprometía a contraer matrimonio con la infanta Isabel, un enlace que no se llegó a producir ya que una de las cláusulas del Tratado de Anagni cintemplaba su unión con Blanca de Anjou. A la muerte de Sancho IV y ante la crisis abierta por la menor edad de su heredero, Fernando IV, apoyó la candidatura del infante Alfonso de la Cerda. Muy relacionado con esta estrategia afrontó la conquista del reino de Murcia que Alfonso se había comprometido a ceder en favor de Aragón. Cayeron en manos aragonesas Alicante, Guardamar, Elche y, en una segunda acometida, Alhama. No obstante, por la Sentencia Arbitral de Torrellas (1304) cedió en sus pretensiones sobre Murcia y se estableció la frontera entre Aragón y Castilla tomando como referencia la línea que marcaba el río Segura. Junto a los castellanos emprendió una nueva campaña de conquista que contemplaba la toma de Almería, pero en esta ocasión los resultados fueron más magros y se limitaron a la toma de Gibraltar por parte de los castellanos. Jaime II abandonó sus pretensiones sobre la zona del Estrecho y se centró en Cerdeña y Chipre con el objetivo de asegurar las rutas comerciales mediterráneas. No abandonó su injerencia sobre la vida castellana, ya que la sucesión de Alfonso XI, también menor de edad, le dio ocasión para ello.
Uno de los hechos que hubo de afrontar durante su reinado fue la supresión de la Orden del Temple que contaba con una presencia nada desdeñable en los reinos aragoneses. A fin de evitar que otros se beneficiaran de los bienes de ésta, los empleó para la fundación de una nueva orden, Santa María de Montesa, que debía velar por las fronteras del reino de Valencia.
Contrajo matromonio en dos ocasiones más, con María de Lusignan y con Elisenda de Montcada.