En 1445 Alonso de Córdoba Solier, II señor de Zuheros y señor de Chillón, falleció sin hijos, dejando como heredero universal a su hermano, Pedro de Córdoba Solier. Sin embargo, en aquel momento se apoderó de la villa Diego Fernández de Córdoba, I conde de Cabra, erigiéndose arbitrariamente en señor de ella. El rey Juan II dispuso que se cumpliese la voluntad del II señor de Zuheros. Así, a través de una Carta Real de 12 de Noviembre de 1447, se confirmó a Pedro de Córdoba Solier como heredero del señorío de Zuheros. En 1450 renunció al señorío de Chillón, reservándose para sí el señorío de Zuheros. Era hijo de Martín Fernández de Córdoba, II señor de la villa de Chillón, y de Beatriz de Solier. Tuvo dos relaciones, la primera con Catalina Gutiérrez de Escavias y la segunda con Juana de Cárdenas. Hijos de la primera relación: 1º Alonso de Córdoba, a quien legitimó para que le sucediese en el señorío de Zuheros, siendo IV señor de Zuheros; 2º María de Solier Córdoba, que contrajo matrimonio con Pedro González de Hoces, señor de la Dehesa de Malpartida. Hijos de la segunda relación: 1º Pedro de Solier, que pasará ser I señor de Fontanar.

Fue doctor en Decretos en la Universidad de Salamanca, arcediano de Castro y, posteriormente, obispo de Córdoba.