El título de Marqués de Aguilafuente es concedido por Carlos V en 1536 a Pedro López de Zúñiga hijo bastardo de Catalina Dorantes y el II Duque de Béjar, Álvaro de zúñiga Sotomayor. El señorío se extenderá y ampliará posteriormente sobre propiedades y encomiendas segregados a la Orden de Santiago.

A fines del siglo XVIII, por fallecimiento sin sucesión de los XI marqueses de Aguilafuente, el título recae, tras pleito de tenuta, en Manuel Bernardino de Carvajal y Zúñiga (1739-1783), XII marqués de Aguilafuente y VI duque de Abrantes, por lo que el marquesado pasa a la familia Carvajal. En 1844, se expide Real Despacho a favor de Vicente Carvajal Téllez Girón, aprobando la cesión que del título de XIV marqués de Águilafuente le hace su hermano, Ángel María de Carvajal y Fernández de Córdoba y Gonzaga (1793-1839), VIII duque de Abrantes. Ya en el siglo XX, el marquesado de Aguilafuente recae en los duques de Verruga; así Cristóbal Colón de Carvajal y Maroto, XVIII marqués de Aguilafuente es además XVII duque de Veragua. Diego Colón de Carvajal y Gorosábel es XIX marqués de Aguilafuente desde 1988.