En 1680 se mandó formar una junta formada por diferentes ministros y con jurisdicción privativa e inhibición de todos los Consejos y Tribunales del reino para la administración, beneficio, cobranza y distribución de las sisas reales y municipales en la villa de Madrid.

Las sisas reales son tributos impuestos por concesión del Rey para desempeñar las diferentes urgencias de la Monarquía: son iguales para todas las ciudades, villas y lugares del reino.

Las sisas municipales son tributos que, autorizados por el Rey, se imponen para los servicios particulares que le hizo la ciudad, villa o lugar para pagar censos que no pueda abonar con el producto de sus bienes de propios o para cualquier otra cosa de beneficio común o particular del vecindario.

La documentación se custodia en la Sección de Consejos (Signatura: Libro 3.467) del Archivo Histórico Nacional de Madrid.