Santa Teresa de Jesús llegó a Palencia el 28 de diciembre de 1580 y fundó a la mañana del día siguiente un convento de carmelitas descalzas. En un principio se situaron, con mucha pobreza, en la actual calle Colón. Tuvieron la suerte de contar con aportaciones de Inés de Jesús, la cual aportó una gran dote al convento (hija de Doña Mayor de Guevara y el oidor Andrés de Guevara) y de Catalina de la Encarnación (Hija de Luisa Alfonso y Juan Gómez de Velázquez).

Para la constitución de este cenobio en tan corto espacio de tiempo fue ayudada por Gerónimo de Reinoso y del obispo Álvaro Hurtado de Mendoza y Sarmiento (-1586).

Posteriormente se trasladarían a una nueva sede teniendo como advocación Nuestra Señora de la Calle, patrona de la ciudad . En esta nueva ubicación residieron hasta 1613, a pesar de los problemas que la esta localización albergaba, pues el ruido y el tránsito continuo las alejaban del retiro y la oración. Durante el tiempo que duró su estancia, tuvieron que enfrentarse a pleitos con la cofradía de Nuestra Señora de Candelera, pues exigían mayor limpieza y cuidado con la ermita.

Desde entonces hasta 1972 residirán en la calle Eduardo Dato número 15. El 21 de enero de ese mismo año se trasladan a las afueras de Palencia, cercanas al Complejo Hospitalario de San Luis.