El convento de la Concepción de Cáceres, se funda en 1604, por iniciativa de Juan Durán de Figueroa y su mujer Isabel Vaca, que dejan en testamento, la voluntad de crear un convento para franciscanas descalzas, en uno de los solares que poseen en la ciudad.

Para ello, sus descendientes, encargan el proyecto al arquitecto Antón Arias Díaz , que años después será sustituido por Juan Álvarez Rezo, pues se estaban incumpliendo las directrices apuntadas por los patronos en el testamento.

Sería inaugurado en 1617, se describe como un cenobio de escasas dimensiones, en el que nunca vivieron más de 10 religiosas.

Desconocemos el desarrollo posterior de este convento, hasta que en 1843, el ayuntamiento adquiere las ruinas del edificio.

Desde los años treinta de este siglo XIX se está produciendo un nuevo desarrollo urbanístico en Cáceres, encaminado a la modernidad de la ciudad que, había sido elegida capital. Se decide el derrumbe del cenobio y se plantean distintos proyectos, para su uso.

Finalmente triunfa la opción del arquitecto municipal Ignacio María de Michelena, de convertirlo en un parque.