El convento de Nuestra Señora de la Concepción de Jerez de la Frontera fue fundado en 1517, según apunta el historiador Francisco de Mesa Xinete, como producto de la donación de unas casas que efectuó el jurado Fernando de Herrera al provincial de la Orden Mínima en 1514, con objeto de establecer en ellas un convento femenino. Las primeras religiosas que lo habitaron ya se encontraban en Jerez en 1517, ya que, según testimonio de Francisco de Mesa, ese mismo año dieron a tributo una huerta en la localidad cercana de Bornos.

Sin embargo, el historiador de la Orden Mínima fray Juan de Morales afirma que este convento se fundó en 1524, mientras que fray Alonso de Villamayor adelantaba el acontecimiento a 1515.

Las citadas religiosas mínimas lograron captar pronto la amistad de las familias principales de la ciudad, gracias a lo cual pudieron aumentar las riquezas del cenobio y el número de profesas, que llegó a ser de 34 a los pocos años de su fundación.

Las crónicas históricas refieren a este convento como de las Victorias, nombre con el que fue conocido en un principio.

Pese a los momentos de florecimiento espiritual y devocional que vivió el cenobio, este tuvo que afrontar dificultades a lo largo de su historia que causaron su ruina y su posterior destrucción. Así, en 1702 sufrió la invasión y saqueo por parte de los ingleses que lo asaltaron, y más adelante, en 1868, durante la Revolución Gloriosa que destronó a Isabel II, fue arrasado y derribado en parte por los revolucionarios. Sin embargo, pese a estas dificultades, la comunidad de religiosas que lo habitaba no abandonó el convento, logrando sobrevivir y mantenerlo a salvo a pesar de las inconveniencias.

En la actualidad continúa en funcionamiento.

Según el Catastro del Marqués de la Ensenada, el convento de la Purísima Concepción de Jerez de la Frontera contaba con 34 religiosas profesas entre 1750 y 1754.