El origen de este convento de dominicos de Santa Cruz de Tenerife se encuentra una iglesia construida en 1573 donde se encontraba la imagen de la Virgen de la Consolación, esta iglesia había sido construida para reemplazar a una antigua ermita, donde se alojaba daba culto a la imagen antes citada, que fue derribada para construir el Castillo de San Cristóbal.

La toma de posesión de los dominicos tuvo lugar el 26 de marzo de 1610. Dos días antes se había producido las capitulaciones para establecer la fundación y patronato del convento, siendo los fundadores los hermanos Andrés y Luis Lorenzo, capitanes, regidores de la isla y pertenecientes a una familia de poderosos mercaderes. Entre las obligaciones de los hermanos con el convento, constaba la de construir la capilla mayor de la iglesia, a cambio ellos serían enterrados en la misma.

El convento tuvo protagonismo en la invasión de Horacio Nelson, mandado por la corona británica, a Santa Cruz de Tenerife el 25 de julio 1797, ya que el convento fue el último punto ocupado por las tropas invasoras. La vida del convento llegó a su fin en 1835 cuando fueron aplicados los decretos de exclaustración del ministro Mendizábal.