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Las obras del Archivo y de la Cárcel real se remataron en el año de 1675 al precio de 70.000 ducados de vellón a favor de cuatro arquitectos: Juan Tejedor, Felipe Berrojo, Juan de Medina y Cristóbal Jiménez. Los cuatro otorgaron conjuntamente escritura de concierto inicial para el desarrollo de la obra el 20 de agosto de 1675 ante Laurencio López de la Vega, escribano de cámara y del Acuerdo. Se obligaron a ejecutar las obras en el plazo de cuatro años al precio mencionado, comprometiéndose a entregar el edificio del Archivo al término de los dos primeros años, y después el de la Cárcel. En el curso de la obra, el 16 de noviembre de 1676, se produjo la ruina del Archivo.

El Acuerdo abre diligencias el 18 de marzo de 1677 para averiguar las causas del hundimiento y decide proseguir los trabajos hasta su conclusión, previo informe de los arquitectos Nicolás Bueno, autor de las trazas, y Francisco de la Torre. Es entonces cuando se concierta una segunda escritura subsidiaria a la principal, fechada el 2 de mayo de 1677, cuyas condiciones son el objeto del litigio. En esta segunda escritura se encomienda la fábrica en solitario a Juan Tejedor, y se nombra sobrestante a Agustín de Medina, vecino de Valladolid y padre de Juan de Medina. Como Cristóbal Jiménez murió antes de otorgar esta segunda escritura y Juan de Medina lo hizo hacia 1682, en el curso del proceso, la demanda se dirigió principalmente contra Felipe Berrojo, quien resultó preso y ejecutado en sus bienes a causa de la deuda. El tribunal dio la razón a Tejedor, y el pleito concluiría con el allanamiento de las partes tras una rebaja en la cuantía del alcance hasta 2.539 reales y medio.

Más concretamente, la causa contiene:

Tejedor pide que se nombre contador, porque no han ajustado cuentas de los gastos desde el 1 de enero de 1679. Se nombra a Matías Álvarez de Estrada, que lo era del número de la Real Chancillería.

El escribano de cámara de la causa es Francisco de Castro Taboada.