Archivo de la familia Rivero Solesio
DIVERSOS,S.5
1704 - 1946
Fondo
ES.41091.AGI/20
Archivo General de Indias
Diversos: colecciones y archivos privados.
Manuel Rivero González (1697-1780), nacido en Ayamonte (Huelva), en el seno de una familia humilde y muy ligada al comercio americano, emprende pronto su trayectoria mercantil. Con tan solo 13 años viaja a Puebla de los Ángeles. En 1719 se casa con Juana Inocencio Díaz Cordero, con quien tiene 6 hijos (Cristóbal, José Antonio, Manuel, Juan Jerónimo, Teresa y Micaela) que serán, a lo largo de su vida, sus principales colaboradores en sus siete compañías mercantiles (creadas en 1740, 1742, en 1749 crea dos de ellas, 1753, 1756 y 1763). Junto a su hermano Cristóbal dirigirá sus primeros negocios, aunque también tendrá como socios a comerciantes ingleses, como Butler o Wadding. En 1710 realiza el primero de sus 6 viajes (que realizará en 1723, 1725, 1729, 1732 y 1736, respectivamente), aunque no es hasta 1732 cuando hay constancia de su matriculación en el Consulado de Cargadores en Cádiz. En 1761 Manuel Rivero instituye un mayorazgo, pero la prematura muerte de su hijo Cristóbal deja a José Antonio como beneficiario. Dado que tres de sus hijos murieron jóvenes, la beneficiaria del mayorazgo pasaría a ser su hija Juana Josefa que se casa en primeras nupcias con Pablo de la Cosa Valdés y, tras su muerte, con Félix Antonio Solesio. Por otro lado, la familia Solesio es originaria de la localidad italiana de Finale y en dicha localidad se dedica a la fabricación naipes, labor que también desarrollaría en España, concretamente en Málaga, Félix Solesio. Precisamente un sobrino de este, Félix Antonio Solesio, hijo de su hermano Lorenzo y de María Isabel Costa Fransines, se casa en 1794 con Juana Josefa Rivero, nieta de Manuel Rivero González, "El Pintado", año en el que es nombrado cónsul de Portugal en Málaga. A partir de este momento se constituye la familia Rivero Solesio, que se concreta en la figura del hijo de ambos, Manuel Solesio Rivero. En cuanto a la actividad económica de la familia, tanto Manuel Rivero como sus hijos se van a dedicar a la gestión de la compañía mercantil Rivero e Hijos, que con sus embarcaciones comercia con América. El beneficio de esta actividad es invertido en fincas rústicas y urbanas en Huelva.
DONACIÓN
Donación de Julián Solesio Lillo
2016-04-14
Archivo Rivero Solesio
Rivero Solesio, familia
Este fondo está compuesto por documentación de carácter personal de la familia Rivero Solesio: capítulos de mayorazgos, matrimoniales, correspondencia, testamentos, etc., pero también con la producida por la Compañía: libros de cargo y data, libros manuales o diarios, mayores o de caja, libros de recaudación de impuestos, libros de jornales, recibos, conocimientos de embarque, pólizas de seguros, papeles de carga, seguros marítimos, facturas de embarque, etc.
Para la clasificación del fondo se ha respetado al máximo la organización dada de origen, reflejada en la relación de entrega, y se han respetado, en la medida de lo posible, los bloques temáticos de procedencia. Sin embargo, se han establecido tres divisiones del fondo atendiendo a la estructura clásica de un archivo de una compañía mercantil (Documentación personal y familiar, con la correspondencia como tipología predominante, Compañía Rivero e Hijos y Administración de Bienes), añadiendo una colección de materiales no textuales que se han encontrado entre la documentación y que se han extraído de ella por motivos de conservación, manteniendo en todo momento, la vinculación con la documentación de procedencia.
Con la reinstalación de las cajas se ha procedido a dar una signatura a las unidades de instalación, pero se ha mantenido la referencia antigua, usando el siguiente código para las agrupaciones establecidas de origen:
-Papeles de Familia del s. XVIII: P.F.
-Alquiler de casas de Cádiz: AF
-Papeles varios del siglo pasado: PV
-Papeles del siglo pasado: S-P
-Papeles de barcos: PB
-Conocimientos de embarque: CE
-Facturas de embarque: FE
-Cuentas: C
-Recibos y varios: RV
-Impresos del siglo XIX: IM
-Periódicos: P
Bueno
El estado de conservación general del fondo es bueno aunque hay determinadas unidades que presentan distintos grados de deterioro y algunas de ellas se encuentran pendientes de restauración.