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Se señala que con el Real decreto del 2 de octubre de 1684 quedaba establecido que los documentos de todos los consejos y juntas debidamente inventariados deberían ingresar en el Archivo de Simancas, para ser ubicados a continuación y en la misma forma y manera de los remitidos en 1670. Especificando que el mandato incluía los del Consejo de Aragón.

El Consejo argumenta en esta consulta en contra, justificando que los documentos se han depositado desde los Condes de Barcelona y Reyes de Aragón, ascendientes de los actuales monarcas, en el Archivo Real de la Corona de Aragón situado en Barcelona, siguiendo las ordenanzas de la Casa Real de Aragón, los fueros y la constitución primera del título del Archivo Real hecha en tiempos del rey Fernando el Católico. Igualmente, las órdenes del menciona rey Fernando decretaban que los documentos del Protonotario y Secretarías del Consejo en el Real Archivo de la Corona de Aragón ingresaran en dicho Archivo Real sito en Barcelona, una vez concluido el reinado correspondiente. Solicitando el Consejo, en consecuencia, que se conserven estas disposiciones regias antecedentes a la promulgada el 2 de octubre de ese año. Al verso se lee la nota autógrafa del secretario: "Quedo enterado".